PLOMO - Of toads, foxes and wolves


Seguro que conoces esa sensación, extraña y a la par excitante de abrir un cajón donde hace ya quizás demasiado que no buscas. Meter los dedos en terreno conocido que las jugarretas de la memoria ha convertido en desconocido hasta el mismo momento en que los recueros adheridos a los objetos cobran vida. A veces en forma de sonrisa. Otras de lagrimas. Ambas tan necesarias e imprescindibles, incluso intercambiables sin perder la esencia del momento vivido. Miro mis manos como introspección de un espíritu libre y a la vez cautivo, que se confunde en sus deseos porque lo mueve sus ansias. Rememoro escritos que van más allá de lo que a primera vista dicen las letras que le dan vida. Pálpitos que no por ya conocidos dejan de excitarme, sino todo lo contrario. Seguramente la evocación mas estimulante es la que produce encontrar algo que no recordabas tener, esa percepción de novedad entremezclada con la rotunda de una pertenencia ya conocida que durante un instante se traduce en una bien comprendida ansiedad. No es sencilla de definir ni mucho menos, y quizás más complicada aun de encontrar.


Así me siento cuando escucho este maravilloso "Of Toads, foxes and wolves" de los barceloneses Plomo editado por La Familia Revolución. Diversas conjeturas se dan forma en esta grabación. Una banda forjada durante años en el underground barcelonés y no solo en él. Canciones compuestas hace tiempo que por fin cobran vida a través de los altavoces, la mejor manera de que la música vea recompensada su magia. Su sonido deudor del mejor hard rock setentero, con influencias recogidas también de la época anterior y ese toque de personalidad impregnado para no ser una mera copia más de tiempos pasados. Proto heavy o heavy psych, que me gusta mas, por ser o intentar ser capaz de meter una etiqueta que funcione de guía. "Angel of starvation" es la primera canción en sonar en este vinilo de cuidadísima presentación y fabulosa portada. Riff inicial con ese tiempo a lo Black Sabbath (vale, a mí todo me recuerda a Iommi, cosas de fan fatal) para dar paso a ese sonido psicodélico del órgano y la calidez de la voz de Sara Morla. Manera deslumbrante de comenzar. La instrumental "Felix the toad" es la siguiente en sonar, un nebuloso viaje de ida y vuelta que hubiese casado perfectamente como canción inicial de este disco y presentación introductoria.


"Under the earth" rememora momentos más progresivos, con incluso guiños a Jethro Tull y el fabuloso juego vocal de Sara tanto cuando nos ofrece líneas más melódicas como cuando se deja llevar hacia terrenos más doom. Por cierto, desde ya, me declaro fan de las guitarras que mete en este disco Alfonso Cameno, sin dejar de elogiar el grandísimo trabajo de Quim García al bajo y Jake Klambur a la batería. "Let me in" pone punto final a la cara A como una especie de maravilloso resumen de las influencias de Plomo,  esa impronta sesentera que imprime Sara a la voz para luego desmarcarse con la misma facilidad  por territorios mas propios del hard rock y el camino del blues de sonido lento y mastodónico que adoptan musicalmente sin abandonar los elementos progresivos.  La cara B se abre con "Don't fear the Wolf", el bajo de Quim asumiendo todo el protagonismo como Sherpa que nos guía por el sendero que van creando con sus acordes introduciéndonos voluntariamente en un fantástico aquelarre de occult rock. 

Plomo pueden presumir sin ponerse colorados de ser capaz de presentarnos diversos registros sin perecer en el intento, sino más bien, saliendo triunfante de ello. Claro ejemplo es "Lord hunter of souls" con la que se meten de cabeza en una historia propia del folk, creando una preciosa e intensa canción con una base rítmica simplemente espectacular. "Fox in a Cage" te sumerge en una ensoñación propia de sonidos de los sesentas en la Costa Oeste norteamericana, un viaje acompañado de acido y experiencias litúrgicas salpicada de elementos hard. Precisamente, se endurecen con "Shipwrecked babies" donde ese riff se impone a fuego, sacando a relucir su faceta más potente y heredada del primigenio hard rock, poniendo punto y final al disco. Sé me hace complicado reconocer que este "Of toads, Foxes And Wolves" sea el legado de una banda que ya no está entre nosotros y me recuerda lo injusto que es este jodido mundo del rock. En estos días en los que adoramos a manos abiertas todo el retro hard rock que nos viene desde fuera, no podemos obviar que Plomo están a la altura -  e incluso por encima - de muchos de ellos. Un disco que merece la pena tener, tanto por la maravillosa carpeta y por supuesto, por su estratosférico conjunto  de canciones.



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