SMITH/KOTZEN - Smith/Kotzen

No voy a negar, porque tampoco tendría sentido, que los proyectos de ciertos músicos de renombre, despiertan mi expectación a la vez que mi recelo. Es cierto que en este caso se trata de dos fantásticos actores secundarios. Antes de que nadie se eche las manos a la cabeza, a pesar y con la constancia de que Iron Maiden es una banda de primerísima fila, Adrian Smith siempre ha estado y estará respecto a exposición mediática, varios escalones por debajo de Dickinson y Harris, lo que no afecta a su importancia en las composiciones de la banda o la definición de su sonido, que ya sería entrar en otro debate que en esta ocasión resulta totalmente innecesario o eso creo. Sobre todo, siendo conocido por todos el peso de Steve Harris en todo lo que concierne y rodea a Iron Maiden, y no solo en asuntos musicales. Lo que si está claro es que Adrian Smith es un guitarrista con un gusto sublime, cuya influencia reconocida es el blues y todos los guitarristas de Thin Lizzy.


Por otra parte, Richie Kotzen, cuya reputación le precede, ha demostrado más de una vez ser capaz de bailar con la más fea, es decir, sustituir en grupos  a guitarristas que todos relacionamos instintivamente con dicha banda y ser capaz de adaptarse al sonido de estas y a la vez, aportar su propia personalidad. Algo mucho más complicado de hacer que de decir, y lo que no siempre se sale indemne. Así que a priori, este disco, que desconozco si quedará solo en este debut o tendrá más recorrido, me llamaba mucho la atención, porque no esperaba un disco de guitarristas excesivos tratando de demostrar quien la tiene más larga, ya que ambos, Smith y Kotzen son reconocidos, porque lo han demostrado, como dos muy buenos guitarristas de grupo, algo mas difícil de lo que parece por muy obvio que os pueda resultar. Y una vez escuchadas varias veces las nueve canciones grabadas, reafirman mi opinión sobre ellos. Esto que voy a comentar es una sensación personal, pero cada vez que escucho las canciones de este Smith/Kotzen, puedo cerrar los ojos e imaginar a Glenn Hughes cantándolas. Ese rollo funk que asoma tímidamente en la inicial “Taking my chances” me lo trae a la cabeza. 

Una de las cosas que más me gusta de este disco, es como puedes distinguir cada parte, cada intervención, el momento en que uno y otro asumen el protagonismo y el esfuerzo para tratar de equilibrarlo. Una canción como “Running” seguramente recuerde a los Psycho Motel de Adrian, mientras que “Scars” y su textura blues, donde las guitarras brillan de forma abrumadora, es “más” Kotzen.  Y es que ambos, no solo rozan una gran altura con sus instrumentos sino que a las voces hacen un muy buen trabajo, sobresaliente incluso. El disco bebe de las raíces del hard clásico, añadiendo el necesario ingrediente del blues y por momento partes melódicas. Reconozco que una de mis favoritas es “Solar fire” con Nico McBrain a la batería y “You don’t know me” en la que se lucen instrumentalmente. Un muy buen disco, que ningún fan del hard rock debería dejar pasar.

Comentarios

Eduardo AG ha dicho que…
Es un muy buen disco, muy disfrutable.
70's modern rock??
Y la mano de Kevin Shirley se nota, y para bien!!