WOLFWOLF - A dark night (Live & Stripped)

El coronavirus ha obligado a mucha gente a tener que reinventarse para poder siguiente tirando para delante, cueste lo que cueste, porque al final, con pandemia o sin ella, hay que comer todos los días. Lo hemos visto en la hostelería por ejemplo, reubicando servicios y horarios. Yo que sé, y en mil historias más. Porque al final, los perjudicados, lo sepan o no, o mas bien, estén o no dispuesto a aceptarlo, se alinean todos en el mismo lado de la calle. Al que le sobra la pasta o los contactos, aunque le lleguen a afectar las situaciones adversas, amortigua los golpes de manera más tenue y si hace falta, ya se sirve de algún necesitado para utilizarlo como escudo protector. No voy a entrar en diatribas sobre luchas de clases porque hace mucho que decidí despolitizar al máximo el blog, por mi salud mental principalmente. Eso sí, de medias tintas nada, que al final al indeciso se lo lleva la corriente y vete a saber tu dónde acaba embarrado. Renovarse o morir. El mundo de la cultura, que por costumbre - mala - ya va siempre herido de necesidad en este último año ha dado un nuevo significado al concepto de pasarlas putas. Y la gente tampoco ayudamos mucho, seamos sinceros. Que somos más de golpes de pecho para que se vean lo moretones que de arrimar el hombro. A ver cuánto dura el hambre de conciertos que tan bien queda en un tweet o una publicación de Facebook. Y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, a ver a quién le da.

En ese animo de reinvención que a veces lleva consigo el de reconversión, nos encontramos a los suizos WolfWolf. El duo ante la imposibilidad de llevar su  dark trash blues de adoración a Tom Waits ante el público, aparca momentáneamente la electricidad para presentar este e.p. en directo pero sin público en una vieja sala de turbinas que tan bien se amolda a su concepto como banda. Tres canciones pertenecientes a "Metamorphosis" (2020) y una nueva canción. Lo cierto es que WolfWolf han conseguido dar a este "A dark night" un sonido más crudo y recio, dando una vuelta de tuerca a las canciones ya conocidas mostrándolas mucho más desnudas. "She's a thread" suena oscura, fría y rígida - en el buen sentido -  incluso tenebrosa. "The devil knows", que es la nueva composición que nos ofrecen, incide en esa percepción pero se nos presenta mas accesible.



"I crushed the devil" también se desnuda frente a su versión original, presentándose como una revisión industrial de Willy deVille. "The dark night" es quizás la que mejor conserva su estilo original, aunque aquí suena mas marcial, menos melódica y excitada por ese ambiente gélido que parecía imperar en la vieja sala de turbinas donde se concibió este directo sin gente, frío sin calor. Un disco que gana con cada escucha, hasta que terminas convencido de que WolfWolf saben manejarse perfectamente en estas historias.

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