THE SOUL JACKET - Let me stand
Lo que sí decido es la música que forma parte de la banda sonora de mi vida. En parte. Porque es el talento de los músicos la que le da forma. Me muevo entre la conveniente dualidad de dejar salir mis miedos y frustraciones expulsados por los decibelios que presten su fuerza a la causa. También de brindar al calor suave y candente que sea capaz de erizar los vellos de mis brazos y mover mis pies huérfanos de ritmo. A esto último me ayuda el nuevo disco de The Soul Jacket. Los de Vigo ya son patrimonio de la humanidad, por lo menos de esa que los entiende como algo necesario a su lado. The Soul Jacket han adaptado y adoptado el concepto de libertad como algo inherente a su manera de entender la música. Para este "Let me stand" han apostado por enriquecer todavía con más intensidad su forma de hacer canciones dejándolas brillar con luz propia. Todo son matices y están hechos para pillar una sobredosis de ellos y volver a preparar la jeringuilla que nos meta sus canciones en vena. Abro la ventana y grito sí, hermanos y hermanas, soy negro mientras me muevo torpemente con "Declaration of intentions". Puentes sobre la ría gallega que terminan en Detroit, descorchando botellas de Albariño en la Motown. Soul, rock, R&B. Me dejo llevar mientras suena "No regrets" a la par que acaricio a una de mis gatas y su ronroneo parece acompasarse al de la canción, fundirse con su regusto funk y su intenso ardor guerrero que se apodera de esa guitarra.
Hay tiempo y espacio para todo, podría ser perfectamente el título de este disco, y lo siento como propio cuando me pierdo en la confusión sensorial que me produce "Zein Im Tiefen Wald" sumergiéndome en un mar de contradicciones maravillosas o en ese pulso folk llamado"Ballad of Mister" de belleza infinita y tiempo sosegado. Miro el cielo, atento a las señales que anuncian de nuevo calor aunque la brisa mañanera parece dar un alivio y me muevo inconscientemente con las pulsaciones que me transmite "Don't tell" y su inmenso paraje instrumental que me traslada atrás en el tiempo, cuando el rock era otra cosa y seguramente, tú y yo también. Se acaba la calma y comienza el bullicio. El sol ya brilla con potencia y sentimiento de pertenencia por lo que la vida y sus ruidos se adueñan del ambiente mientras yo voy diciendo adiós, agarrado no recuerdo si a la segunda o tercera taza de café, sorbiendo con calma cada detalle de "The Writer". The Soul Jacket son una banda de ligas mayores que por desgracia nos negamos a establecer en este país, donde somos más de golpe de pecho que de efecto. Larga vida a "Let me stand".
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