BALA - Maleza

Vivo rodeado de mujeres, por capricho del destino. Agradecido sería decir poco. Una de ellas no solo me dio la vida, sino que me puso en bandeja las directrices para ser capaz de vivirla a mi manera, incluso aunque me alejase de manera consciente, no siempre, del camino de baldosas amarillas pintadas de contrabando para que seamos personas de bien, algo que me esfuerzo cada día en no ser, al menos en el concepto que de ello manejan desalmados con caretas de falsas prebendas. Otra no solo me aguanta cada momento sino que además me empuja cuando la indecisión se apodera de mi mente y la nubla. Esa fuerza de la naturaleza constante que de manera invisible se convierte en gasolina para los mil y un líos en los que al final siempre ando metido por voluntad propia y sarna que con gusto no pica. La tercera, me enseña qué los errores de juventud se repiten de generación en generación pero que es ley de vida que así sea. Por eso y por muchas razones más, me niego a ser jodidamente equidistante en ninguna situación y sé donde estará siempre mi lado y a quien tendré de frente.


Y eso que no creo en las cuotas sino en el talento puro, aunque por desgracia este queda relegado a un segundo plano haciendo necesarias aquellas. Creo en la fuerza de la mujer como origen de todo. Y como esto no es un jodido sitio de reseñas y no es que sea un medio de comunicación al uso, sino que no llega ni a un puñetero cuarto, me permito las licencias de decir lo que me da la gana con la certeza y la esperanza de que cada uno de vosotros, perdáis un rato de vuestro tiempo en leer estas cuatro letras juntas y tengáis la libertad de tomárosla como mejor os plazca. Y vengo que muerdo, porque escucho demasiadas estupideces a diario, encima dirigidas a la línea de flotación con toda la mala leche del mundo. Lo combato a base de rabia encauzada con oratoria travestida de riffs. Un puñetazo en la pared que deje marca a base de canciones. "Maleza" me parece un nombre adecuado para englobar toda la fuerza y la ira acumulada. Bala son dos - Anxela y Violeta - porque más tal vez sean multitud, o porque no necesitan aumentar en número para dejar claro su mensaje. Este nuevo disco es como abrir la ventana y gritar al viento: ¡quien tenga lo que tiene que tener que venga, que estoy preparado!. Su música no necesita mas definiciones que fuerza bruta en perfecta simbiosis con el talento acumulado. "Agitar" es como un puño en alto, infecciosa, directa, combativa. Ese riff me lo pienso tatuar en la mente.



Esa agitación melódica enrevesada entre la tormenta sonora que atesora "Hoy no" atrapa como peligrosa tela de araña. Inspiración rocosa para el riff de "X" en contraposición a la vertiginosa velocidad punk y ecos de sonidos de mitad de los 90. "Mi orden" suena crudo - si, aún mas - creando una bola de sonido instrumental que no deja fisura mientras la melodía vocal asemeja coletazos post punk. Lo de los riffs en este disco es para dejarse llevar y destrozar tus cervicales poniéndolas a su servicio, como vuelven a demostrar en "Cien obstáculos" en el que este pelea a pecho descubierto con esa consistencia brutal que construye la batería. La inseparable dualidad calma/tormenta toma vida en "Quieres entrar", pasando de forma genial del susurro al azote sin perder en ningún instante esa sensación de inquietud que te crea.  Atentos a esa parte final de dureza innata que posee. Además en esta canción colabora Najwa Nirmi. "Rituais" se presenta más accesible siempre desde el punto de vista que de ello tienen Bala, con esquemas cercanos al hard psych. 


"Bessie" es una canción semi instrumental en el que destaca la batería que marca tanto el ritmo como el tiempo junto a un potente riff y una demostración salvaje vocal. "Una selva" cierra este "Maleza" sin por ello perder peso ni combustión, algo que por otra parte no ocurre en ningún instante del disco. Está claro que la apuesta de las gallegas es lo suficientemente atractiva como para jugarte todo a "Maleza". 




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