CASTOR HEAD -Castor Head e.p.
La simbiosis que estamos viviendo entre sellos que se dejan la piel por ofrecernos nuevas bandas y evidentemente, grupos que siguen revitalizando la escena a base de calidad e interesantes propuestas, es lo que aún nos hace creer y confiar que a pesar del alienado momento que vivimos, con una cultura plastificada y monetizada muchas veces al servicio de un postor que se acerca o aleja según su propio establecimiento dentro del tablero, para ignorar, alzar o minusvalorar algo sin más razonamiento que el sesgo propio de quien es incapaz de superar sus propios complejos. Pero como decía, en las catacumbas, en las antípodas de la cima de la pirámide que regula - o lo intenta - los gustos mayoritarios, se siguen moviendo, cociendo, canciones capaces de transmitir esa sensación de que no todo está perdido, ni mucho menos. En un mundo, donde contra todo pronóstico, se empeñan en hacer más altas las fronteras, en remarcar en exceso la importancia de los territorios e incluso en apropiarse en un acto chovinista y fraudulento de algo tan popular como las culturas autóctonas, la música se sigue permitiendo el placer de enviar todo eso al fondo de un armario del que olvidar la llave que de oficio a su cerradura.
Folc Records es uno de esos sellos. Castor Head uno de esos grupos. Creados en un Madrid que si bien nunca olvidará su carácter castizo, en este caso podría estar sito en alguna pradera de los permeables estados del sur de los States. Castor Head se formó en 2019 por lo que se cruzó en su devenir estos tiempos que años atrás hubiésemos catalogados de pura ciencia ficción. Fruto de la unión de Laura Del Amo, Ruri Grande, Juan Cabrero, Dani Masa y Mario García, nombres relacionados con proyectos tan interesantes como Tiburona, Los Winston Lobo, Durango 14 o Daytonas. Castor Head apuntan por un sonido pura y genuinamente americano, en unos tiempos en los que el termino americana - como ya ocurrió anteriormente con el hard rock y luego el grunge, que todo es cíclico y con diferentes pelajes - en un cajón de sastre donde ubicar cualquier sonido que se acerque al rock sureño, el country o incluso el rock americano cuando deja prever en sus influencias las raíces de aquellas tierras.
A Castor Head los puede imaginar tocando en la feria de ganado antes de que comience el rodeo, en el porche de aquella vieja granja que sirve como destilería clandestina de whisky o en el saloon donde riegan sus gargantas después de trabajar en el aserradero. ¡Será por tópicos!. Pero seguro que os ha servido para haceros una idea de lo que nos proponen con las cuatro canciones que componen este fantástico e.p. en el que el bluegrass, country, folk y sonidos western sin apenas contaminación de otros estilos brillan con luz propia.
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