WHITE POLO - A million miles...

320 kilómetros es la distancia que separa Zaragoza de Madrid. 320 kilómetros que hace ya algún tiempo decidieron recorrer Juan Saéz y Santi Polo desde la capital aragonesa para establecerse en la del reino. Aunque escuchando "A million miles...", el disco que lanzan como White Polo, piensas que son muchas las carreteras musicales recorridas por el duo, principalmente por el sur de los States, desde el lado más polvoriento al más pantanoso del blues eléctrico y el del rock crudo y afilado. La voz, guitarra, bajo, teclados y armónica de Sáez y la batería de Polo se acompañan del bajo de Juan Ximénez, los teclados de Santi Comet y la batería de Marcelo Novati en esta diáspora de once canciones, carta de presentación de este nuevo proyecto de dos músicos experimentados, donde conviven tanto ecos clásicos como historias más recientes para proponer un disco lo suficientemente reconocible y a la vez variado para que no caiga en el hondo pozo de la linealidad donde terminan durmiendo para siempre esas grabaciones capaces de robar un segundo pero perecer en el olvido, algo que sin lugar a dudas no va a ocurrir con "A million miles..." que puede presumir de versatilidad y carácter suficiente como para instalarse permanentemente en nuestra discoteca.

Abre el disco "Lone gone" con sus guitarras afiladas y cierto aroma desértico nos pone las pilas nada más salir derrochando potencia controlada. La canción que da nombre al disco se sumerge en el blues comandada por una fantástica slide y escoltada por esa armónica todo ello con un sonido muy actual. "Stealing your love" es otro cañonazo de blues que mantiene la esencia del rock como base. Vuelven las guitarras potentes esta vez de la mano de "Shotgun", marcando riff y una muy buena melodía de voz. "Slow down"presume de hechuras hard rockeras y movimientos sureños con una base rítmica apabullante una guitarra poderosa. Siguen apuntando alto con "How was I to know" mezclando ayer y hoy con talento, en una canción que se cuela fácilmente entre esas que te suben el ánimo a la primera. La armónica toma el mando en "This is a hole" para introducirnos en una canción que navega entre Led Zeppelin y The White Stripes, aunque conociendo la querencia de Jack White por Jimmy Page todo queda en casa.

"Maniac soul" no se queda ni mucho menos atrás. Bordeando el hard rock conjugan fuerza y melodía, espectro clásico en la guitarra, modernidad en la voz. Cierra el disco la contundente "The season" con un riff monolítico omnipresente, un teclado que aporta mucho y seguramente la herencia mas clásica del todo el disco. "A million miles..." se disfruta de cabo a rabo, no olvides subir el volumen y dejarte llevar por sus canciones.






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