LYD HEAVYMAN - Ciclo del eterno retorno

Dijo Benjamin Disraeli: "El hombre sensato cree en el destino; el voluble, en el azar". Soy de aquellos que piensa que no jugamos con cartas marcadas sino que  nuestros actos y actitudes, unidos a nuestras gallardías y cobardías van marcando el suceso del devenir. No es menos cierto que la vida me ha ido mostrando que el destino, o como prefieras denominarlo, también desempeña su papel fundamental y forma parte de ese testamento vital que vas acumulando cada vez que atraviesas un nuevo amanecer. Lo afirmo por experiencia propia. Algunas historias ocurridas que han venido dadas de manera que pensaba que eran negativas, el tiempo ha confirmado que no hubo mal que por bien no venga y terminaron resultando el puente hacia una decisión mejor, mas favorable. Hay maneras y maneras  de forjar convicciones y  siempre recurro al consejo de las cicatrices de la vida para ir forjando las mías. El destino, los ciclos vitales, la creencia en los círculos que terminan convergiendo en un punto determinante por encima de las líneas paralelas que se pierden en el horizonte.


No puedo asegurar a ciencia cierta que J.C. Sisto crea en el destino, porque la rotundidad es una isla perdida en alguna parte a la que no me preocupa llegar, pero leer el díptico interior de "Ciclo del eterno retorno", disco de su nuevo proyecto, Lyd Heavyman, me lleva a ello: "CICLO DEL ETERNO RETORNO ha sido, es... un increíble viaje de regresión personal, un maravilloso reencuentro con la vida y el amor, la juventud y el poder que nos vuelve invencibles cuando por ser jóvenes y soñadores, "libres" y definitivamente inexpertos, apenas sabemos aún que significa la vida, hacia donde nos va a llevar, cómo puede llevarnos. Entre distorsiones, guitarras, sentimientos que emergen del más profundo interior de mi corazón, este disco, que cierra un ciclo de 33 años comprendidos entre 1986 y 2019, es y de forma muy especial, para ANTONIA BARBA ÁLVAREZ (Janis) aquella chica mágica que surgió de la nada frente a mi en 1986...también luego, en 2019. Algo extraño, emocionante... asombroso en realidad... base fundamental para la creación y el desarrollo de todo lo que aquí podras encontrar. Larga vida amigo, amor, Rock y energía!".

Y lo copio porque creo que nadie mejor que él mismo puede ser capaz de presentar el aura que rodea a este fantástico disco de hard rock de efluvios clásicos, primigenios y verdaderos, de aquellos que idolatran el sonido de la guitarra como mantra, como guía por el desfiladero colgando posters en la pared de Uli Jon Roth, Frank Marino y otros grandes que Sisto maneja con conocimiento de causa y por supuesto, encendiendo velas en el altar perpetuo para la adoración de James Marshall Hendrix como religión y opio a partes iguales de la que no osaremos desprendernos. Sisto se transforma en Lyd Heavyman, al mando de su guitarra y voces y a cada lado, Ron Juggernaut al bajo y Ralf Atomic a la batería conforman la santísima trinidad del power trio como máxima expresión de la tormenta de decibelios que  propone y conforma este "Ciclo del eterno retorno".


"Janis mágica" nos mete de lleno en el disco con esa intro de tributo a las seis cuerdas que rápidamente nos coloca en órbita al entrar la melodía de voz, invitándonos a un viaje de amor y pasión enmarcado por ese hard rock setentero de crudeza y armonía. Sube la intensidad entendida como potencia con "Tecnicolor" desprendiendo la bendita agresividad certera de la energía que la propia letra describe mientras corro presto a subir al máximo el volumen de mi equipo para que ese solo de guitarra resuene con mayor libertad. ¡Por cierto, qué maravilla de riff!. Me atrapa el dibujo que forma la rítmica en "Multiverso", mientras mi cabeza recorre de memoria ciertos nombres de bandas que merecieron y quedaron atrás y que Lyd Heavyman coloca en primera fila como alumno aventajado mientras reivindica el hard rock omnipresente de rica historia y corta memoria para muchos.

Ecos blues se invocan al comienzo de "Sonámbulo" que se lanza a ese ataque frontal a lo Hendrix donde la guitarra llena todos y cada uno de los espacios. Sin lugar a dudas, mi favorita del disco junto a "Multiverso". Destaca durante toda la grabación, por cierto realizada en los jerezanos Estudio 79 de manera precisa y fantástica por Rafa Camisón, ese contraste entre el tono más melódico que utiliza Lyd Heavyman en sus melodías vocales y encajan perfectamente en la fuerza que desprende su guitarra consiguiendo que ambas transcurran como partes de un todo indivisible. No se queda atrás la melodía dibujada por la guitarra en "Romance fantasma" dominando la canción y mostrando una capacidad innata durante los ocho minutos que dura. "Bajo el mar" sobresale con fuerza, fantasía hard rockera que se sumerge en pinceladas melódicas sin perder su esencia en ningún momento ni desfallecer ni un solo instante. 

Sencillamente arrollador es el despliegue de fuerza bruta que encontramos en "Cortocircuito" a la vez que la guitarra de Sisto luce con un brillo especial, algo que ocurre durante todo disco. Este "Ciclo del eterno retorno" llega a su fin, cerrando el círculo con "Ángel de metal", extendiéndose hasta los casi nueve minutos de éxtasis, poder y lisegia, mandando a tomar por culo cualquier atisbo de comercialidad como  termino mal comprendido en un mundo de usar y tirar, de ansiedad por consumir lo antes posible y en la mayor cantidad incluso no asumible. "Ciclo del eterno retorno" es un estupendo compendio de hard rock, que para facilitar comprensión llamamos setentero pero que realmente no es mas que la esencia de una música inmortal y fuente de fe y fuerza. ¡Un disco descomunal para tiempos que necesitan conversos!.





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