¡Feliz año nuevo!. Reseñas Express: DEVIL DOG ROAD/BRAD MARINO/THE TREATMENT/THE KENTUCKY HEADHUNTERS/FEAR FACTORY

Tenía pensado el típico mensaje de feliz año como despedida de este 2021 que deja en mi sensaciones encontradas y enfrentadas. Pero ¿sabéis que ocurre?, que lo que me gusta es hablar de música casi sin parar, en cada instante, como forma de vivir y más allá de que se me pueda dar mejor o peor. Por eso, siento que la manera más adecuada de escribir el último capítulo de este 2021 solo puede ser con la música como protagonista. Soy consciente, porque es lo más lógico y posiblemente adecuado, que estes leyendo esto ya en 2022. Aún así, como legado y testamento de otro año que pasa a  engrosar las huestes de días vividos, dejo que asuman el protagonismo Devil Dog Road, Brad Marino, The Treatment, The Kentucky Headhunters y Fear Factory para desearos una feliz entrada de año. Os espero en 2022. ¡Feliz año nuevo!


DEVIL DOG ROAD - Keep rock 'n' roll alive

Comienzo por el  Rock And Roll, sucio y polvoriento que practican estos tipos de Helsinki llamados Devil Dog Road. Lo suyo es rock directo, honesto y correoso. Un sudoroso trío capaz de combinar el boogie rock y el rock más clásico con altas dosis de energía. Crujen las guitarras en "King of lies",  o "Leave this Town" que te hacen mover los pies y tal vez acordarte de Status Quo. Tampoco dejan de lado las influencias del rock que vino del norte para volver a poner las pelotas sobre la mesa como en "Swing the bat, man", "Emotional ping pong" o "Dirty work" e incluso mostrar su faceta más melódica y enraizada en el hard clásico del que hacen gala con "They should know". Un buen disco para disfrutar a volumen alto y a ser posible con buena compañía, de esa que gusta compartir cuando suenan buenas canciones. 

BRAD MARINO - Looking for trouble

Mientras escribo sobre este segundo disco en solitario de Brad Marino (The Connection) llueve a mares pero sin embargo sus canciones me llevan a un verano de sol alto, cervezas frías y risas a la carrera. Sobredosis de melodías con guitarras energéticas como receta omnipresente de ese power pop que gusta de hacer y además de manera tan fantástica. Difícil no dejarse llevar por los ritmos que proponen canciones como "Tailights fade" y el eterno sentimiento de deuda que tenemos con los Ramones, el rock and roll puro de la canción que da nombre al disco, el sabor a playa y olas bien cogidas de "True love", el arrebato pop de "Take your time" y la aceleración bien controlada y dosificada de "What do you know?".

THE TREATMENT - Waiting for good luck

Quizás habrá quien no esté de acuerdo con lo que voy a decir, pero el cambio de vocalista sufrido por The Treatment ya en su anterior disco, les ha venido muy bien, para afianzarse en un hard rock más directo dejando un poco de lado la melodía en favor de la fuerza. Desde esa inicial "Rat race" dónde suenan como una interesante mezcla de AC/DC y Def Leppard (ese estribillo amiguetes). Aquí no se trata de esperar la buena suerte como reza el disco porque estos tipos se han marcado uno de esos discos que te ponen las pilas a base de bien. Puedes saborear la elegancia de unos primeros Thunder en bastantes pasajes del disco especialmente en las melodías vocales mientras que las guitarras no dejan ni un solo instante de colocarse en primer plano asumiendo ese protagonismo tan propio y necesario. 

THE KENTUCKY HEADHUNTERS - That's a fact, Jack!

¿Recordáis aquella película de Paco Martinez Soria, Don Erre que erre?. Pues igual lo podríamos extrapolar a los incansables The Kentucky Headhunters que por suerte para nosotros siguen editando discos con la misma clase y honestidad a la que nos tienen acostumbrados. No ha sido un mal año respecto a discos este 2021 ni mucho menos. Este “That’s a fact, Jack!” es el primer disco que lanzan en su propio sello, once canciones propias más una versión del “Cheap tequila” de Rick Derringer. Sin sorpresas en el horizonte, un puñado de buenas canciones haciendo lo que mejor saben hacer, tendiendo ese puente con el que tan bien se manejan del rock americano en todas sus posibles concepciones y el country rock. 

FEAR FACTORY - Aggresion continuum

Que Fear Factory ha sido una de las bandas que consiguieron transgredir límites para redimensionar el metal es un hecho incontestable. “Demanufacture” lo demuestra. Los tejemanejes en el seno del grupo en los últimos años, con batallas internas, decisiones discutibles y la violencia - legal, verbal y parece ser que incluso física - que traspasó su música para involucrarse además certificadas con unos discos sin sustancia, tampoco se puede pasar por alto. Este “Agression Continuum” es el punto final, desconozco si a una era o a un todo, con un Burton C. Bell ya fuera de la banda y un Dino Cazares convertido en único nexo entre lo que fue y lo que será Fear Factory si hay un mañana. Y todo ese desasosiego se ha trasladado a un disco en el que recuperan su razón de ser y demuestran haber estado durante la grabación en muy buena forma. Al final son las canciones las que actúan como evidencia ante ese jurado constituido por aquellos que se acerquen a “Agression continuum”, y a ese respecto, “Recode”, “Collapse” o “Distuptor” te conducen sin remisión ni arrepentimiento a un veredicto positivo.

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