Libros: CUATRO MILLONES DE GOLPES - Eric Jiménez

No me gustan Los Planetas, realmente nunca me han gustado y no es por lo que crea que puedan representar, sencillamente sus canciones nunca me han dicho nada. ¿Entonces que coño haces leyendo este libro de Eric Jiménez?, te estarás preguntando. Bien tirada. Pues, me gusta leer todo lo relacionado con la música que cae en mis manos, más allá de lo que pueda opinar del músico en cuestión o de su obra. Además, después de aquella rajada que Eric se pegó a costa del bardo de Duluth y que despertó la más furibunda reacción de gran parte de sus fans y en especial de aquellos que practican el supremacismo musical, le grajeó mis simpatías para siempre. ¡Y que coño!. Qué aunque buena parte del libro verse en su historia con Los Planetas, este tipo también forma parte de una de mis bandas preferidas, Lagartija Nick. Dos días he tardado en leerme esta autobiografía del batería, lo que habla muy bien del estilo ágil y entretenido que consigue dar a sus memorias, repletas de drogas y rock and roll, pero también de dolor, muchas veces en estado superlativo. Eric Jiménez, aunque no se moje en historias que podrían abrir puertas a la polémica, quizás porque prefiere centrarse en si mismo y su historia, obviando al resto más allá de la interacción más cercana.


Eric no se corta ni un pelo al hablar de excesos como tampoco duda en echar flores a su creatividad y la de sus bandas. Oye, y a mi la gente cuya actitud por la vida es la de para rabo el mío, me gustan, con lo que este tío me gana para la causa, porque además reconozco sentirme identificado con su franqueza y la manera de encajar los vaivenes de la vida: “En realidad no aprendí nada de mi padre. Solo a no repetir las cosas que él hizo, y eso ya es bastante”. Cuenta una infancia marcada por una situación fuera de lo que catalogaríamos como propia de la normalidad. Su encuentro con el punk, sus inicios con KGB y el recorrido obtenido. La forma de Lagartija Nick, el éxito musical alternando con el fracaso personal. Su relación y pareceres con otras bandas de Granada como 091 o TNT: “ 091 se convirtió en un grupo maldito. Les faltó echarse a la carretera y mostrar su gran directo por toda España”, con las discográficas: “ Siempre en las multinacionales, los altos  cargos han sido personas de números y nunca de corazón. Son gente que manejan cifras y a quienes, en realidad, la música no les gusta una mierda”, la escena indie: “ A día de hoy ser indie es lo mismo que ser de los 40 Principales…”, los festivales: “ Hoy en día un festival se vende como un paquete vacacional para españoles medios”, 

Eric detalla su bajada a los infiernos, el alcohol, las drogas, la depresión, los deseos de suicidarse, sus tormentosas relaciones personales. Si Los Planetas, con quien alcanzó mayor gloria profesional, que retrata con la naturalidad de quien solamente cuenta aquello vivido y la forma de hacerlo, punto y aparte es la admiración y cariño que dedica a hablar de Enrique Morente. Y es que su contacto con el cantaor granadino, le cambió la vida en muchos aspectos. No pasa por alto el incidente Dylan, no otras historias que forman ya parte de su bagaje, de su vida. Este libro lo he leído escuchando  canciones de KGB y de Los Evangelistas, y si, alguna de Los Planetas pero sobre todo y mayormente con “Omega” como banda sonora.

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