THE BUZZOS - XX

¿Qué tal se han portado los Reyes Magos?. Dudo mucho que a estas alturas haya gente de la que entra a este blog que no sean ellos mismos quienes se beben los brebajes que dejamos preparados para cuando sus majestades de oriente hagan el intento de entrar por la ventana, mirando siempre de reojo, no vaya a ser que un conocido programa matinal de Tele 5 hable de una nueva ocupación mientras un pobre rockero se dirigía presto al baño para hacer lugar en su barriga al roscón de reyes del que tomará buena cuenta una vez llegada la mañana. ¡Qué país!. Aunque ya lo describieron mucho mejor de lo que yo seré capaz de hacer Eskorbuto hace muchos cascos vacíos de cerveza. Con la ilusión no se juega, gritan los más viejos del lugar - y no siempre esto viene dado por cuestión de fecha de nacimiento - mientras hacen juegos malabares para despistar al personal y hacerles pensar en infundadas distropías que se empeñan en presentar como un futuro demasiado cercano, en el que la comprensión lectora ha sido sustituida por la asimilación de un discurso favorable del que no bajarse en beneficio de la audiencia ciega, sorda y sordomuda como cantaba aquella cuando sacaba camisetas de Aerosmith o Scorpions al escenario, como si el habito vistiese al monje.


A pesar de todo, la ilusión si es cierto que no quiero que nos la toquen, porque gracias a ella, seguimos disfrutando de grupos como The Buzzos, que llevan ya veinte años en este suicida mundo nuestro del Rock And Roll patrio, donde abundan los críticos sin crítica y faltan fans con corazón de Rock And Roll. Con su anterior disco, "Red" presente y omnipresente en mis altavoces desde que salió y sin olvidar que por las paredes virtuales de este tugurio de perdición también tiene sitio al fondo de la barra su "Nowhere train", voy a descorchar una de mis mejores botellas para brindar que los de Quintana de la Serena llevan dos décadas de sangre, fuego, melodías y riffs encadenados. Su concepción del hard rock ha estado clara desde el principio, su fuerza de empuje son unas canciones que dejan huella. Veinte años dan para mucho, bueno, malo y regular en cuanto a emociones, sobresaliente siempre si hablamos de canciones pero honesto a rabiar sin duda alguna. Dos decenios en los que recuperar canciones y pegarles el necesario encerado para que suenen de nuevo como una jodida locomotora en pleno galope hacia las puertas del averno donde la esperamos brindis en alto.

Toda la filosofía de este "XX" la resumiría en el título de una de las canciones, "Gimme the rock' n' roll" y que me lleven los demonios si estos tipos no lo hacen, nos lo dan y lo ponen en nuestro vaso para que solo tengas tú que poner el hilo y mover la cabeza, los pies o lo que el ritmo decida. Diez temas añejos que  reivindican su sitio, su lugar y de qué manera, más una canción nueva para la ocasión, demostrando que tuvieron, tienen y tendrán. Complicado destacar canciones, difíciles elegir una por encima de las demás. Me rindo a la combinación velocidad/melodía de "The evil one", a ese himno llamado "Gimme the rock 'n' roll", al espíritu de carretera de "Deep and dry" o  el poder y chulería  de "Sweet daze". En definitiva, una banda, un disco, unas canciones para que suenen siempre a volumen brutal. Ah, y por si fuera poco, en YouTube podéis disfrutar del documental "20 años de Rock". 



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