JIZZY PEARL'S LOVE/HATE - Hell, Ca

Teniendo en cuenta que mi adoración por el hard rock de tinte macarra y pomposo siempre se ha mantenido en primera línea, más allá de los gustos temporales y generacional, reconozco que en estos últimos días, en los que he terminado de leer "Nothin' but a good time" y además he visto Pam & Tommy, lo que me llevó a revisitar seguidamente The Dirt en Netflix, lo ha auspiciado aún más si cabe. Mi evolución musical durante los años me ha llevado a recalar en distintos puertos de los que extraer multitud de ritmos y sonidos que se han convertido en cabecera musical de mis días actuales, arañado diferentes direcciones sin importarme procedencia ni vergüenzas ajenas. Pero no por eso, mi hogar dulce hogar, sigue siendo el heavy rock y ese hard tendencioso y pretencioso de la segunda mitad de los ochenta y los inicios de los noventa, antes de que alguien con suficiente influencia en las masas cambiase el rail por donde circulaba el tren de la popularidad en el que viajaban acomodadas gallinas de huevos de oro entre efluvios etílicos y otros aromas de travesías hacia una inmortalidad con fecha de caducidad.

Cada cual elige sus cartas. Y en aquellos años había de sobra donde escoger. Los que explotaron como una carga de dinamita bien dirigida, los que les siguieron los pasos de cerca y por supuesto, aquellos que por lo menos disfrutaron de su momento de gloria. Tal vez demasiado, y eso finalmente termina siendo un problema. En estos tiempos actuales, vemos con regocijo cómo algunos vuelven, escarmentados de no perseguir ser simples soldados de fortuna. Otros nunca se fueron y de una manera u otra, lo han seguido intentando como es el caso de Jizzy Pearl. El vocalista, que se introdujo en nuestro mundo con aquel excelso  "Blackout in the Red Room" del 90 es uno de estos últimos. Empeñado en mantener el nombre de Love/Hate contra viento y marea. Después de haber pasado por L.A. Guns o Quiet Riot, en incluso haber probado fortuna con el desafortunado Steven Adler, además de algunos que otros discos bajo su propio nombre, vuelve a colocar en primera línea el de Love/Hate, contando para la ocasión con Stevie Pearce a las guitarras quien además de su historia con Stevie R. Pearce and The Hooligan, también está tocando últimamente con Kory Clarke y sus Warrior Soul, Christian Kimmet al bajo y Charles Evans a la batería.

Jizzy Pearl se lanza a degüello desde el primer instante, algo que se plasma en la dos canciones que abren el disco, "One hot minute" y "Acid Babe" donde reivindica un hard rock del que fue protagonista. "Gonna take you higher" se desliza hacia terrenos sleaze mientras que en "Soul mama" el marcado riff de influencia clásica y el acelerado estribillo te lleva en volandas. "Hard to say goodbye" muestra refuerzo melódico en el estribillo así como en el solo de guitarra sobre esa base potente que construyen musicalmente hablando. Jizzy vuelve a rodar por el Sunset Blvd angelito con ""When you gong come Home" que por momentos recuerda la forma de tocar de Slash. Después de un buen puñado de canciones repletas de adrenalina, llega el turno al medio tiempo "Last chance" donde brillan las acústicas. Fantástico inicio el de "Bruised and battered" para volver a subir el indicador de potencia y mostrarnos una gran demostración de hard rock directo con un gran puente hacia el estribillo. 

"Wanna be somebody" fue el primer single del disco con su sonido infeccioso, ese bajo poderoso y el registro vocal de Jizzy. Cierra el disco "Lonely days are gone" con el que retrocede aún mas en el tiempo y tanto en las guitarras como en la voz, rememora a Led Zeppelin. Jizzy Pearl es un vocalista curtido en mil batallas y que sigue teniendo mucho que decir. Desde luego, a mi este "Hell, Ca" me ha puesto las pilas y de que manera.




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