RESEÑAS EXPRESS: ELECTRIC VALLEY/THE KARMA EFFECT/WICKED/STONE AXE
ELECTRIC VALLEY - Tapes from the galactic tavern (2021)
La perspectiva del tiempo te da la posibilidad de comprender la importancia de las cosas mucho más que en el momento en cuestión en el que ocurren. La importancia que tuvieron el rock que llegó de Seattle en los 90 y el Desert rock, stoner o como prefieras llamarlo, liderado por Kyuss y aquella pléyade que cruzó tormentas de desierto en forma de monolíticos riffs tras ellos. Huella que se observa en los madrileños Electric Valley, que heredan de los primeros la sustancia en las voces, de los segundos la rotundidad de su propuesta instrumental, añadiendo en este tercer disco maravillosas escapes en forma de psicodelia como podemos observar en la hipnótica "Dark star".
Este tercer disco de Electric Valley es un fascinante viaje cósmico - no en vano, esta basado en Historias de la taberna galáctica de Josep María Beá - de rudeza controlada en ese plano secuencial que sin terminar de absorber todo el protagonismo si se hace indispensable para comprender el planteamiento que nos proponen.
THE KARMA EFFECT - The Karma Effect (2022)
Curiosa historia la de esta banda londinense que se formó durante el confinamiento. Y una vez las puertas abiertas, presentan su disco debut en el que muestran su afinidad por el rock setentero de bandas como Aerosmith o Bad Company y esas pizcas de The Black Crowes - con el bagaje que eso supone - que también podemos encontrar en su sonido. Me ocurre con muchas de las bandas que reviven glorias épocas pasadas, si no soy capaz de percibir en ellos esa pizca de diferencia frente al resto, esa capacidad de hacerme disfrutar más que por sistema, los termino llevando al saco de los "impersonators" que pueblan este ya manido mundo del Rock And Roll.
Pero no, afortunadamente, The Karma Effect si poseen la capacidad de hacerme pasar un buen rato, de saborear sus canciones y sumergirme en su música dejándome llevar por sus ritmos y es que canciones como "Mercy" son de esas que sabes de sobra que cara a cara en algún club, cerveza en mano, terminas coreando embargado por la emoción del momento.
WICKED - The last American rock band (2022)
Puede sonar a presuntuoso el título pero me encanta la gente que tiene las suficientes agallas para presumir de rabo y quedarse tan pancho. Los de Rochester dudo que sean la última banda americana de rock, pero que se han marcado un pedazo de disco lo tengo clarísimo. Hard rock melódico, con fuerza en su grado justo, guitarreo constante y un vocalista con un registro de esos que tanto nos gustan a muchos de los fans del género. Seguramente dentro de las canciones que forman parte de este disco reconoceréis momentos vividos y disfrutados - a mí me vienen The Darkness una y otra vez a la cabeza - pero Wicked tienen la suficiente personalidad para no convertirse en clon de nadie.
Seguramente el rock no vuelva a llenar grandes estadios una vez que los grandes nombres terminen pasando al fin de su carrera, pero no por ello debe perder esa opulencia propia ni resignarse a soñar con volver al menos a esos tiempos intermedios en los que los clubs se llenaban para ver a esa banda cuyo nombre corría de boca en boca. Wicked tienen canciones, imagen... aunque vivamos en tiempos en los que a mucha gente prefiere tirar por otros derroteros, yo pienso apostar por estos tipos.
STONE AXE - Stay of execution (2022)
Desde el año 2012, Tony Reed nos tenía sin ningún disco de Stone Axe, sin su proto heavy de riffs monolíticos y espacios agrestes. Cuando anunció que este año rescataría canciones compuestas para Stone Axe desde 2008 y que se habían quedado en el limbo, me hizo saltar las alarmas para correr presto en su escucha. Una vez saciado con varias pasadas sobre sus canciones en distintas ocasiones, mi sensación es que Reed se ha dado un gustazo de órdago y de camino, nos lo pone en bandeja a nosotros.
En “Stay of execution” hay aromas rescatados de la Serie B de la NWOBHM, la rocosidad paranormal de los todopoderosos Black Sabbath, las enseñanzas de los grupos punteros del hard de los 70, retazos psicodélicos y blues a mansalva, a veces de concepto clásico otras bañado en tonos de oscuridad que aumentan su percepción todo ello ayudado e impulsado por el gran trabajo vocal de Dru Brinkerhoff. “Stay of execution” es un disco que nadie que disfrute de modo elevado del hard clásico debe dejar pasar.
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