THE DAMN TRUTH - Now or nowhere

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Me parece una frase cojonuda en la que creo a pies juntillas. ¡Qué grande Don Antonio Machado!. Ojalá algún día entendamos que a los países los hacen grandes sus letras no sus banderas. Quizás comprenderíamos la vida de otra manera, vete a saber. Solo creo en los contornos que marca la orilla del mar cuando mis pies mojados descansan en sus aguas. Creo en la pertenencia a la tierra primera, aquella que crea lazos de vecindad que se han ido transmitiendo con el tiempo y la costumbre. Sobre todo creo en aquella que se aprende de memoria sus versos a la vez que abre las ventanas para respirar con fuerza aquellos que llegan de fuera. Siempre he creído más en los viajes de ida y vuelta que en las puertas con pestillos y cerrojos. En la mezcla de acentos que en las persianas corridas. En un beso en la playa que en un himno de pecho hinchado. Agarro en una mano lo que me enseñaron los míos, en la otra lo que aprendí de los demás. Me aterra la pureza porque siempre me ha resultado un invento que le hace el juego al odio que crece por conveniencia. Desconfío de las proclamas porque al final casi siempre resultan vacías. Creo en el Rock And Roll porque lleva ya casi cuarenta años a mí vera y no me ha fallado ni una sola vez, ni en palabra, obra u omisión.


Nunca me he fiado de la maldita verdad porque tantas veces depende del rincón al que se arrima. Lo hago sin reservas en los canadienses The Damn Truth porque sus canciones no mienten ni inventan promesas cuyos acordes no sean capaces de cumplir. Disfruto de su ahora o en ningún lugar porque me he sentido así tantas veces que podría llevarlo tatuado en la piel sin necesidad de agujas. Me santiguo ante la homilía de las guitarras y exijo mi crucifixión en nombre del Rock And Roll sin necesidad de que nadie me perdone y sabiendo lo que hago. Como lo saben The Damn Truth cuando suena "This is who we are nos", canción encargada abrir "Now or nowhere", tercer disco de los canadienses y que suena a rock de guitarras, a rock de fuerza y sabor añejo. No me preocupa el futuro lejano, al menos como para quitarme el sueño pero sí me pierdo en esas guitarras maravillosas que mandan en "Tomorrow" y su fantástico estribillo. Es solo hard rock amigos, pero forma parte de mí. Existen canciones que te abrazan con su cadencia como "Only love" y ese melódico inicio al que pone fin la fuerza de las guitarras creando una alianza perfecta entre el rock más potente y la accesibilidad pop.


Como el café cuando quema tu paladar se asienta esa poderosa guitarra de "Lonely" escoltando en primera y única fila el poso blues de tierra quemada que filtra la melodía de voz. Reposa con la calma intensa que emana de un medio tiempo como "Everything fades" en el que las acústicas cobran protagonismo y la melodía de voz se vuelve reconocible. La clase se demuestra, no se pavonea uno de ella y en "The fire", The Damn Truth hacen gala de tener de sobra, con una Lee-La Baum en estado de gracia. Alzan el volumen en el inicio de "Look innocent" para frenar en seco y mecernos con la melodía como brisa que te acompaña en un viaje movido que recupera fuerza gracias a esas guitarras que reaparecen en escena y nos conducen a un estribillo con el que desgañitarte. Puro Rock And Roll se nos presenta cara a cara con "Full on you" y ese riff de ímpetu bravo y un bajo que no le pierde norte. Ponen punto final con "Shot ' em" en la que se aparecen por momentos Page, Plant y compañía. Si el Rock And Roll no tiene futuro, desde luego no es por culpa de las bandas.


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