JINJER - Wallflowers (2021)
Creo que queda bastante claro después de más de una década dejando mi opinión en este blog, que aquí hemos venido a divertirnos y no a pretender ser lo que no soy, por eso no voy ahora a soltar una parrafada sobre los ucranianos Jinjer tratando de demostrar una sapiencia pasada que no poseo sobre ellos. Reconozco que me cuesta acercarme a ciertas propuestas englobadas dentro del metal, que no termino de sentirme cómodo o seguro en según que estados y eso hace que a veces me sorprenda para bien cuando por la razón que sea, alguna de estas propuestas se cruza en mi camino. Otras no, por supuesto. Es el caso de Jinjer, a los que hasta ahora no había prestado atención y que seguramente ese torbellino mediático, dentro de las circunstancias, que parece rodearles ahora ha conseguido despertar mi interés y sobre todo curiosidad por ver que se cuece en las entrañas de esta banda que cocina una acertada receta de metal extremo, progresivo y melodías descarnadas.
Teniendo en cuenta mi desconocimiento de su carrera hasta ahora - hace ya mucho tiempo, alguien con criterio me dijo que jamás expresase mi desconocimiento sobre la materia, y ya veis el caso que hice y sigo haciendo - no poseo el baremo para ajustar y comparar la evolución o no de Jinjer así que me voy a centrar en lo que me transmite este "Wallflowers" editado en 2021. Sin lugar a dudas, la maestría con que su vocalista, Tatiana Shmailyuk alterna sus registros vocales pasando del gutural al melódico con una facilidad natural junto al excelente conglomerado sonoro del grupo, capaz de facturar un muro de sonido impenetrable y a la vez conjuntarlo con una serie de desarrollos en los que demuestran su capacidad es el santo y seña de este "Wallflowers" donde la violencia sonora recorre distintas escalas intercalando momentos de calma tensa como se demuestran en canciones como "Pearls and swine".
El disco destila en todo momento una potencia y fiereza que sobresale no dejando que cuando se colocan en primera instancia ecos de movidas más alternativas estas acaparen el protagonismo. El excelente trabajo de las guitarras en "Disclosure!", con un arranque vocal excelso de Tatiana dentro de esa dualidad de la que hace gala o esa atmósfera que son capaces de crear en "Sleep of the righteous"donde la melodía de voz cuando se cristaliza se convierte en esa calma que anuncia una tormenta que se nos viene encima a base de riffs y una base rítmica contundente. Otro ejemplo claro es la canción que da nombre al disco, en el que la dulzura de la voz de Tatiana brilla de manera magistral tomando la línea de bajo cómo hilo conductor conduciéndote por un laberinto en el que se otea la oscuridad. Un disco muy interesante que me va a hacer, con calma, eso si, tener que investigar en la discografía de Jinjer.
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