JOHN NORUM - Worlds away (1996)

El éxito de Europe dejó ademas del eterno debate sobre su valía y del nivel de autenticidad en el que se hallaban situados, la sensación de que John Norum era un guitarrista que seguramente tenía más valía de lo que se podía presuponer escuchando su forma de tocar con Europe. Reconozco que al primer disco en solitario del guitarrista no le presté atención en su momento, pero si que me compré cuando salió el fantástico "Face the truth" en 1994  y puesto a confesarnos, el motivo por el que me decidí a hacerme con él estaba más relacionado con el hecho de que Glenn Hughes se encargase de las voces que por el protagonismo absoluto del propio Norum como dueño y señor ya de su destino una vez abandonado el barco del triunfo consolidado en aquellos momentos de la banda que le puso en primera línea. Claro que al final una cosa lleva a la otra, y si el anzuelo lo lanzó la voz de Hughes, terminé rendido ante un guitarrista que no ocultaba su gusto por la forma de tocar de los héroes de las seis cuerdas clásicos del hard rock, quizás mostrándose, o a mi me lo parece, Gary Moore como una influencia fundamental del sueco.

Si Norum había contado para la voces con Goran Edman primero y Glenn Hughes después, desde el disco anterior, "Another destination", el turno era para Kelly Keeling  otro tipo que al final te pones a mirar los discos en los que ha puesto su voz y se ha forjado con un curriculum que muchos ya quisiera. Esta vez solo el vocalista repetía, ya que para la base rítmica incorporaba una pareja bregada en mil batallas, Peter Baltes de Accept y Simon Wright de Dio y AC/DC entre otros lo que en principio daba a entender que no íbamos a encontrar experimentos extraños en este disco con el que Norum encaraba la mitad de los noventa, un momento en el que el hard rock había perdido el favor de los grandes medios y había vuelto a las catacumbas mientras algunos clamaban al cielo su desaparición a favor de la siguiente moda, mientas de reojo, cual Marco Junio Bruto ya tenía preparada su traición para alabar al siguiente dios que le impusiesen las ondas y no dejar nunca de estar a la última.




A nivel personal, que de esto van estas cosas, "Worlds away" a pesar de que presume sin complejos de ser un disco de hard rock atemporal y que en esos momentos seguramente se alejaba de lo imperante en ese instante, pero aún así, aunque sea de manera subliminal si que a veces de refilón se denota una cierta oscuridad que sea influencia de la época. Pero que nadie se alarme, ni aquel que conozca el disco ni quien haya decidido sumergirse en sus canciones por primera vez, porque con semejante elenco de músicos está claro lo que vas a encontrar. Algo que sí me gusta bastante de este disco es que no explota la vertiente más melódica de Keeling, un tipo con un potencial enorme a la hora de afrontar cualquier registro dentro del hard rock. "Worlds away" nos deja momentos más poderosos, próximos al heavy rock, o al hard rock más fuerte si lo prefieres y otros donde se denotan las influencias que el hard rock más clásico hizo mella en Norum. Sin lugar a dudas, un disco para rescatar.




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