JOHN SERRANO - Entropy Waves (2022)

Desconozco cómo será morar en la corte del Rey Carmesí. Prefiero merodear en los dominios inversos de John Serrano. Músico polifacético. Incansable. Inclasificable. Dueño y señor de su obra. Contramaestre y marinero en una nave que surca sin descanso y en el que todas las piezas que la mantienen en movimiento responden al mismo nombre,  John Serrano. Con “Summer of 15” extendía sus redes en las costas atlánticas del Synthpop donde me siento más incómodo  que un mal estudiante el día de un examen, pero no voy a negar que su “México/Texas” logró crear dudas en mis convicciones respecto al devenir de la música electrónica respecto a mí. Ahora presenta “Entropy Waves” y separa la baraja como buen tahúr que  saca de la manga sin pudor ni disimulo, porque su talento se lo permite, cinco canciones que fijan sus dominios en el rock progresivo pasado y presente tejiendo un camino en el que desconozco si sus baldosas son amarillas pero que sin lugar a duda conducen en todos y cada uno de sus recovecos hacia la personalidad del propio músico, de una historia que gira alrededor de su capacidad compositiva.

"Dangerous Days" es la encargada de abrir la puerta a este viaje iniciático en el que las atmósfera chocan con estruendo provocando ese galope en el pecho cuando el volumen es el adecuado. "Lost in the City" resuena como un extraño desafío en  la melodía de voz. "Rose City" es seguramente mi favorita del disco, con esa oscuridad manifiesta que desprende cual vodevil macabro en el que esa distorsión soterrada implica locura y peligro.  "Dunning/Kruger" se muestra agresiva, de esa única manera donde la sensación de falta de tiempo y espacio busca escapar y es quizás por el dramatismo vocal que desemboca en una calma instrumental donde parece llegar al fin esa paz mental necesaria y transitoria donde  música y  voz se presentan como dos caras de la misma moneda. 

Cierra con "We're all domeed" adquiriendo un cariz más potente gracias al sonido de guitarras mientras la melodía de voz continúa en esa persecución desesperada modulando de manera magistral que puede llevarte por momentos a esa manera de cantar de Ville Valo como de pronto sorprendernos con un cambio radical de registro que profundiza en terrenos más oscuros y duros, llevándote de la mano a un paraje de desolación donde la dualidad de voces, el ritmo casi marcial y la distorsión crean un laberinto del que cuesta escapar. "Entropy Waves" no es un trabajo sencillo de asimilar, ni apto para escuchar cerveza en mano con ganas de fiesta. Serrano propone una bajada a sus infiernos personales que como todos los avernos una vez allí, reposa la majestuosidad de este trabajo. 

Creo, pienso, que tal vez, vaya llegando el momento en que John Serrano abra las puertas de su música a la posibilidad del complemento que otorga la personalidad propia de otros músicos aunque la simiente, el corazón y la mayor parte del cuerpo siga siendo dependiente de su propia capacidad. No sé, pero me lo pregunto en alguna que otra ocasión como sonarían sus canciones con la complicidad de una banda.


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