MARIUSZ LEWANDOWSKI/BELL WITCH -Mirror Reaper (2017)
Ayer sábado nos enterábamos del fallecimiento del artista polaco Mariusz Lewandowski a los 62 años. El pintor surrealista, que llevó a su obra su pasión por la música y los fenómenos paranormales, dio gracias a su arte mayor gloria a varios discos de metal. Posiblemente - y es complicado elegir - si hubiese que destacar una pintura que acabó como portada por encima de todas es Esecja wolnosci - Essence of freedom- que forma parte dl disco "Mirror reaper" de los doomers de Seattle, Bell Witch en 2017, un disco de por si con una carga emocional importante debido a que la tragedia había golpeado al duo con la muerte de Adrián Guerra. Dylan Desmond, su compañero en Bell Witch, este duo de sonidos intensos donde bajo y batería conforman todo sustento, de una inmensa pieza dividida en dos actos con casi una hora y media de duración en la que el bajo de seis cuerdas de Dylan y la batería y Hammond de Jesse Schreidman van tejiendo una compleja trama donde la tristeza intrínseca como consecuencia de la tragedia va tejiendo de manera sobresaliente un disco lúgubre de funeral boom que se consume como alma en pena que se resiste a huir de la consciencia.
Dos partes -As Above/So Belove - de una inmensa travesía de dolorosa despedida que muestra el infierno emocional que provoca la marcha, el desapego a este mundo cuando no existe marcha atrás y solo queda la evocación cuya temporalidad dependerá de muchas circunstancias pero que al quedar registrada en el lamento transformado en música consigue una inmortalidad propia que ya ninguna pira funeraria será capaz de borrar del todo. La hipnótica letanía funeraria de Bell Witch no es apta para todos los públicos y sí me apuras, para todos los momentos si no son los precisos para responder al estímulo de su oscura psique porque se apoya de manera fundamental y maestra en los estados de animo.
Y todo ello con un art work desgarrador, tan inmensamente bello como aterrador de Mariusz Lewandowski, en el que representa el espíritu de Adrián Guerra desgarrando un espejo que cumple su función de puerta entre dos mundos en un ejercicio de libertad eterna de la que no podrá ya ser desposeído. Ayer Mariusz también cruzaba su propio espejo dejando huérfano el arte y privándonos de sus ilustraciones que tantas sensaciones provocan al observar su trabajo. Mariusz ya ha emprendido su travesía, tal vez por un paraje como el que él mismo creo en "Cairn" de Mizmor que representa el misterio que rodea por sí misma a la muerte, tan implacable como parte de nosotros desde el inicio de los tiempos.
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