NO SIN MÚSICA 2022 - Crónica del jueves 21/07


Día entre semana, mucha calor, la que nos está cayendo por un lado y por otro pero amigos, gentes de mal vivir, durante un rato todo daba igual porque volvía a la ciudad el No Sin Musica después de que el Covid, como con tantas otras cosas, le pusiese el pie en la puerta y nos dejase sin su presencia en el verano gaditano. Con fuerzas renovadas y el marco incomparable del mar, este pasado jueves 21 de julio se daba el pistoletazo de salida a una nueva edición del No Sin Música. Un primer día que contaba con las actuaciones de Anni B. Sweet, Salvaje Lola, León Benavente, Jeré con Z, 091, The Levitants y Mando Diao. Gran esfuerzo de organización que permitía al personal recoger sin excesiva demora en las colas sus entradas así como la entrada al recinto. 


El hecho de disponer con dos escenarios que iban alternando las actuaciones, permitió que se cumpliesen los horarios a rajatabla, algo a agradecer en este tipo de eventos donde muchas veces los retrasos se convierten en algo habitual, por lo que a la hora acordada, cada artista subía al escenario a presentar sus credenciales ante el público asistente que fue aumentando según iba cayendo la tarde, algo lógico teniendo en cuenta que era un día laborable y la temperatura que estamos teniendo en estos días.

Haciendo un breve resumen de lo acontecido antes de la salida de los granadinos 091 al escenario, los primeros en pisar las tablas del No Sin Música fueron Anni B. Sweet y su banda, que con sus efluvios psicodélicos se fundió al calor propio de la hora - 19 horas - consiguiendo ante el aún no abundante pero visto su reacción, fiel público que se acercó a disfrutar de su actuación. No me duelen prendas en reconocer que no termino de casar con su sonido y aunque esos desarrollos instrumentales si que son capaces de llevarme a su redil es tal vez el exceso melódico de la voz lo que me termina apartando de una conexión mayor con lo que proponen por otra parte, unos músicos muy competentes comandado perfectamente por Anni B. Sweet.

En el segundo escenario, hacían acto de presencia Salvaje Lola, nueva banda formada por viejos roqueros procedentes de grupos como Guillermo Alvah y Los Predicadores y Smokers Die Young y que jugaban en casa, lo que no siempre es una ventaja por mucho que lo pueda parecer pero  que contaron con el apoyo de la gente, tanto los que les conocíamos como los que no gracias a  su Rock And Roll directo y su mezcla de power pop y garage, consiguiendo que muchos terminásemos bailando con su propuesta y coreando  sus estribillos. 

León Benavente eran los siguientes en saltar en escena y vista la peregrinación de público hacia el escenario principal estaba claro que eran una de las bandas que muchos esperaban. No terminé de conectar con lo que ofrecen y aunque a ratos, cuando sonaban realmente contundentes sí que me llamaron la atención durante gran parte de su actuación en que sus ritmos bailables buscaban otras vías que circulaban paralelas a las mías. Jeré con Z pusieron el acento flamenco a la tarde noche con su mestizaje donde incluían el ska o los ritmos caribeños.

Llegaba el gran momento. 22.30 de la noche y el fondo con el nombre del grupo espera entre la ansiedad de los asistentes que 091 están dispuesto a tomar por la fuerza la ciudad de Cádiz para el regocijo de los que allí nos reunimos. Cuando tienes una banda en un estado de forma enorme, un set list espectacular y un público entregado todo debe de ir rodado y sin lugar a dudas, este fue el caso. Desde el primer momento, con un grupo que se sentía cómodo sobre el escenario y sobre todo, consciente de que la gente estaba allí para ellos, se dejaron de medias tintas y se lanzaron a por todas desde el comienzo, incidiendo en ese sonido de guitarras característico  que dejó claro, por si alguien albergaba dudas, que no creo, que esta iba a ser una noche de Rock And Roll.


Como dije más arriba, el set list impecable, provocando el disfrute mayoritario. Canciones como "Vengo a terminar lo que empecé", "La huella", "El baile de la desesperación", "Este es nuestro tiempo", "La calle del viento", "La canción del espantapájaros" con una armónica monumental... y cuando nos quisimos dar cuenta sonaba un atronador "La vida que mala es" que anunciaba el final del concierto, que si os tengo que ser sincero, se me hizo corto, demasiado, tanto que tenía la impresión de que llevaban sobre el escenario tan solo un suspiro aunque este fuese de gozo absoluto. Con el reloj anunciado que faltaba un cuarto de hora para las  doce de la noche, 091 dejaban el escenario ante el fervor de los asistentes. 091 ya han dejado atrás cualquier maniobra de resurrección porque lo suyo es pura vitalidad a base de unas canciones que valen su peso en oro y unos músicos honestos que saben de manera natural como darles vida. 


Comentarios