SIMON MCBRIDE - The fighter (2022)

Seguramente, y bastante lógico me atrevería a decir, habrá quién haya centrado su atención en Simon McBride por ser el elegido por Deep Purple para sustituir a Steve Morse. En mi caso, entró de lleno en mi radar en el momento en que se unió a Sweet Savage, por ese seguimiento que hago instintivamente de todo lo relacionado con la NWOBHM. Pero es bien cierto que ya con tan solo 15 años, McBride comenzó a tener una reputación impecable en U.K. 

Simon McBride es de esos guitarristas de blues rock con legado hard rock en su sonido - o al revés podrá decir alguno -, un incentivo siempre para mí porque no voy a ocultar que soy de los que finalmente siempre acerca las ascuas a su sardina. Pero ojo que eso no significa que McBride no exhiba la esencia del blues como seña de identidad o génesis, sino que en su música al final de una manera u otra, aparece la contundencia propia del rock para abrirse hueco y dejar constancia de que es algo que el propio guitarrista de manera instintiva no pretende dejar atrás y un claro ejemplo lo escuchamos en la inicial "Don't care" con esos teclados y ese riff tan Led Zeppelin.

"Show me how to love" es magistral, blues rock reposado y con fuerza a la misma vez y un estribillo descomunal en el que casa con los parámetros del rock melódico. "Kingdoms" se introduce de lleno en terrenos más propios del funk rock coronado con un magistral solo de guitarra derrochando facultades y un riff muy potente.  "The fighter", la canción, transita esos polvorientos caminos que te llevan a un cruce de caminos donde se encuentran el blues y el hard rock como tan magistralmente hacían por ejemplo los Badlands de Jake E. Lee, Ray Gillen y Eric Singer. "High stakes" también rezuma potencia, suena como una combinación ganadora entre Kenny Wayne Shepperd y Thunder.


"Let me go" es una grandiosa balada con feeling a raudales, centrando protagonismo en la voz pero acompañado de unos muy bonitos acordes de guitarra. "100 days" muestra la cara más próxima al blues de McBride, inicio con ambos pies en el blues del Delta que va evolucionando hacia el sonido propio del guitarrista. Mucho más festivo es "King of the Hill", de esas canciones que te lleva a mover los pies y seguir su ritmo con un estribillo poderoso. Riff a la máxima potencia para presentarnos "Just take time", puro hard rock que relaja fuerza justo al llegar al estribillo para volver a renacer con ese riff.

"Trouble" es melodía y mas melodía, un medio tiempo agradable con unas guitarras muy bonitas de los que entran a la primera. "Back to you" es el eslabón perdido entre el blues y el rock, presencia blues, fuerza rockera y un estribillo que haría estragos en las radios hace unas décadas. Para cerrar el disco y por si alguien tiene duda de dónde viene Simon McBride, una revisión de "The Stealer" de Free. "The fighter" es un disco al que no se acercaran ni los puristas del blues ni aquellos que entiendan tal vez el hard rock desde la herencia de mitad de los ochenta, pero para todos aquellos que estamos en mitad de ese camino, ya os digo que es un disco con el que dejarse llevar. ¡Un gran trabajo!.

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