GUSANO - Niña santa/ Sacrificio (2021)

Vivimos tiempos asperos en los que hasta el mas infame acto de imbecilidad supina es politizado como bien común y acto de aproximación fraternal alrededor de ideas que no por repetidas con la insistencia como un papagayo al borde del coma etílico cobra sentido. Juzgados de andar por casa en los que el rol de fiscal o abogado de la defensa cambia de tercio con la única razon plausible de que aquel acto cuestionado transcurra alrededor del ojo avizor o en los terrenos baldíos del autoinmolado ojo tuerto. 

Tiempos desquiciados, alejados, confrontados. Razonamientos presumiblemente extremos prefabricados en laboratorios de odio con la escusa de la dolorosa necesidad, cegados de tanto estar cara al sol. Tradición, sustantivo tan manoseado de forma naseabunda e interesada que ha perdido cualquier connotación primigenia. Me escondo en las cloacas donde quizás no huela a Heno de Pravia pero si ebullen las ideas y se nada contracorriente. Aquel ramal subterráneo desemboca en Oviedo de donde parten Gusano con su oscuridad dominante en forma de acordes desobedientes. Gusano se arrastran sin sigilo entre el noise y el post punk de roce árido como Habitar La Mar pero sin el desarrollo violento de estos y si con vínculo industrial.

Dos canciones conforman este single lanzado hace ya casi un año, un primero de noviembre de 2021. Tan solo dos, demasiado poco porque la ansiedad que me crea su sonido exige en mi una penitencia autoinfligida de crearme dependencia. Si algo dejan claro Gusano es que las puertas se echan abajo con patadas de este calibre.