MICHAEL SCHENKER GROUP - Universal (2022)

Este 2022 está dejándome en bandeja discos de bandas y artistas que forman parte de mi bagaje y mi camino de vida. Y eso es una situación que para mi tiene siempre mucha importancia, más aún desde que comprendí que las comparaciones no me son necesarias y si el disfrute de esas bandas que adoro por encima de todas las cosas. Seguramente conscientemente voy dilatando en el tiempo el hablar de ello en el blog. Michael Monroe sí que ha pasado finalmente por este lugar donde diserto sobre mi pasión por la música sin más objetivo que dar salida a mi necesidad de sentarme a escribir y contar al mundo las sensaciones que un puñado de canciones van produciendo en mi. Gente como Ozzy Osbourne, Megadeth o Skid Row tienen disco nuevo a los que sigo dando vueltas hasta que me decida a plasmar mis impresiones sin importarme excesivamente la poca objetividad que pueda salir como resultado de ello. Otro de ellos es Michael Schenker, un guitarrista que junto a Eddie Van Halen, Rory Gallagher, Jimi Hendrix y Tony Iommi son mi templo de las seis cuerdas.

Nunca he dejado de admirar la forma de tocar de Michael Schenker y si os tengo que ser sinceros, excepto aquella historia mística acústica que fueron los "Thank you" de los que si siento cierto despego, su carrera siempre ha estado presente en mi día a día y no solo por supuesto su gloriosa e inmensa etapa clásica ya que me considero un defensor a ultranza de aquellos tiempos junto a Robin McAuley con los que sacó buenos discos adaptados a la época y el sonido. Luego, en continua lucha contra sus demonios a los que parece haber finalmente - o de momento - vencido, hemos asistido a una serie de idas y venidas, reuniones con Gary Barden, directos en los que aparecían invitados McAuley y Graham Bonnet - pienso sin mucho margen de error, que uno de los grandes deseos de muchos de los fans del rubio guitarrista, entre los que me incluyo, sería una reunión, disco incluido, con Bonnet - y el desfile de vocalistas y músicos dejando una serie de discos, cuyas composiciones estarán tocadas de mayor o menor inspiración pero lo que nadie puede dudar es que la forma de tocar de Michael es excelsa.

Y eso ocurre en este "Universal" para el que recurre a Ronnie Romero, que después de acompañar a Blackmore en Rainbow y Vandenberg, ahora aterriza en el universo Schenker, aunque comparta labores vocales ya que Michael Kiske, Gary Barden Michael Voss, además productor del disco y Ralf Scheepers ponen sus voces al servicio del disco. Pero si es cierto que el peso vocal cae en Romero que adapta un nuevo registro a las composiciones de Schenker con su evidente influencia de Ronnie James Dio. Aunque las canciones puedan o no - lo de compartir en igualdad de condiciones con sus grandes clásicos es algo que nadie le va a plantear, pero ojo, no solo a él, también a otros con mucho mas nombre mediático - escuchas esa guitarra y no puedes más que rendirte ante la evidencia de que este tipo es único y que la magia sigue estando en esas manos donde se han instalado para siempre.


Ese riff inicial escoltado por los teclados de herencia clásica de "Emergency" donde ya Michael Schenker se destapa con un solo brutal dejando a las claras que aunque aquí se actúe como grupo y las canciones estén construidas con tal fin, él es ese punto de referencia. No baja el ritmo con la siguiente, "Under attack"  en la que los teclados cobran importancia así como la melodía vocal de Romero. Ese estribillo me trae muchos recuerdos. "Calling Baal" es una intro a cargo de Tony Carey que nos lleva de cabeza hacia "A King has gone" con la voz de Michael Kiske, un tributo a R.J.Dio pasado por el tamiz vocal de Halloween y para el que Schenker se rodea ni más ni menos que de Carey, Rondinelli y Bob Daisley poniendo el colofón a esa rendición a Rainbow. Vuelve Romero para junto a Gary Barden  encargarse de las voces en el medio tiempo "The universe", una canción que sinceramente me parece correcta pero tampoco me ha llamado la atención como otras del disco a pesar del interés que despertaba en mi la aparición de Barden.

"Long, long road" te ataca de frente con ese riff de Schenker, con Michael Voss a la voz que le aporta un toque de hard melódico no tan usual a la manera que nos tiene acostumbrado Schenker pero que no queda nada mal, ni mucho menos. Presumiblemente el salto a escena de Scheepers debe de coincidir con el momento más heavy del disco y no defrauda ya que el vocalista le suma mucha dureza a "Wrecking ball" mientras que esas guitarras son 100% Schenker. ¡Fabuloso!. "Yesterday is dead" nos expone frente a otro gran riff de Schenker y un registro mucho más actual en las voces durante la estrofa que contrasta con el tono mas melódico del puente y el sonido clásico del estribillo. Otra muy buena canción y ojo con el solo del amigo Michael. Un homenaje a la importancia capital de Londres durante los sesenta y los setenta y su influencia capital en el rock que vino después es lo que nos encontramos en "London calling" de corte melódico que se viene muy bien a la forma de cantar de Romero favoreciendo su lucimiento.



"Sad is the song" puede recordar en ciertos momentos tanto a Rainbow como la etapa clásica de MSG con un sonido envolvente y una potencia que sin ser estruendosa mantiene en todo momento su impronta . Se luce Schenker en el comienzo - bueno, y durante todo el disco - de "Au revoir"  en la que deja que deja que el peso de la canción caiga perfectamente sobre su guitarra. Para finalizar nos encontramos con un par de bonus tracks, el primero "Turn off the world", puro hard rock de brillante ejecución, de esas canciones que siempre gustan. Por último, "Fighter" que comienza recordando a "18 and Life" de Skid Row  aunque es solo un verso para mutar hacia ese hard rock melódico propio de McAuley Schenker Group, tanto, que si me dicen que está cantando Robin me lo podría creer en algunos pasajes de la canción. Desconozco que recorrido o repercusión tendrá este disco, ya no solo entre sus viejos fans sino incluso entre los seguidores del hard rock de siempre, pero ya os digo que yo salgo encantado de este nuevo encuentro con Michael Schenker y que ojalá nos queden muchos más.

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