ARRECHO - Veneno (2022)

"Meterse en camisa de once varias". Lo podríamos definir de la siguiente forma: cuando alguien se va a complicar la vida de manera innecesaria. Entrar más allá en el origen de la expresión nos haría viajar al Medievo y un rito realizado a la hora de adoptar a un niño, pero no hemos venido aquí a eso. Me viene dicha frase de perlas viendo como en los momentos actuales aparecen portavoces de la experiencia y la sabiduría detrás de cualquier puerta. Seguramente siempre fue así solo que ahora las nuevas tecnologías de comunicación te lo ponen en el salón de casa.

Hace unos días, comencé a escuchar un podcast sobre Sumeria, en el que presentaban a un invitado como experto en el tema a pesar de que su curriculum académico no invitaba a ello. Pasados escasos minutos tuve que pasar a otra cosa al comprobar ipso facto, que su avezado conocimiento versaba más sobre conspiraciones y creencias que se tambalean a la más mínima ocasión que en la historia de la primera civilización de nuestro planeta. ¡Qué cosas!. Para tales asuntos de ficción prefiero películas como Stargate, sinceramente.

Siempre me ha gustado mucho el la palabra radical, porque lejos del significado devaluado que le adjudicamos al adjetivo, incluso despectivo diría, su significado es ir a la raíz. Donde quizás tarde o temprano todos deberíamos buscar en un momento dado cuando comenzamos a sumergirnos con precisión en algo. Ir al fundamento del heavy rock venezolano es hablar de la figura de Franklin Zambrano, aunque la imagen mediática de dicho movimiento vista desde fuera, siempre haya recaído en otros hombros. Arrecho, la banda de Zambrano es ya habitual del blog y este pasado noviembre, como adelanto al disco que publicarán en 2023, lanzaban este e.p. titulado "Veneno" en el que retoman los movimientos más duros y poderosos, presentando tres canciones en las que las guitarras crujen de manera monumental.

"No" es la canción que abre este trabajo. Puro heavy rock cuyas guitarras me traen a la cabeza pasajes de los gritos de venganza de las huestes de Rob Halford allá por el 82 y la peculiar voz de Franklin y su manera de acometer las estrofas, golpeando en cada sílaba. "Veneno" aumenta el ritmo y la velocidad, se introduce de lleno en tonos más oscuros e incluso bordea sobre todo en la forma de cantar de Zambrano fronteras del thrash metal como podíamos adivinar en los trabajos de Mötorhead y Venom, dos grupos que sin una ascendencia clara y directa, siempre están en el lugar donde he alineado a Arrecho, más por manera de entender el rock que por una influencia palpable. Por cierto, atentos al solo de guitarra.


"Monstruo" pone fin, momentáneamente, a este e.p. de los de Caracas con un ritmo contundente y crudo propiciado por el sonido de la batería y un estribillo que rezuma fuerza planteándonos las costuras más duras y heavys de Arrecho. Todo el e.p. gira alrededor de las atrocidades de los seres humanos cuando implantan el poder por la fuerza y con la convicción, alguno incluso seguro de contar con la bendición divina, de llevar la razón y postrar al pueblo a sus pies utilizando el miedo, la represión y la violencia. En el libreto del disco nos encontramos como fiel reflejo y pertinente denuncia, la imagen de torturadores de las dictaduras de Gómez y Pérez Jiménez. Franklin Zambrano asegura que el disco será más variado, imagino que recuperar ese blues contundente y venenoso de otras ocasiones, pero que el adelanto sea esta hostia en plena cara a base de fuerza bruta, es una gran idea.



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