DEAD CROSS - II (2022)

Si este disco se hubiese editado hace 30 años y yo al entrar en una tienda de discos me hubiese topado con esa portada y al darle la vuelta, apareciesen ante mis ojos los nombres de Dave Lombardo y Mike Patton, no albergo duda alguna de que hubiese pasado por caja con él en mis manos aún desconociendo lo que me podría encontrar en su interior. Que nombro como principales bazas para mi a Lombardo y Patton, por la influencia principal que han ejercido en mi manera de entender la música Slayer y Faith No More, pero no podemos olvidar que parte fundamental de estos Dead Cross también son Mike Crain de Retox y Justin Pearson de esos terroristas sonoros llamados The Locust. Y es que tanto los riff furibundos del primero como el apocalipsis vocal del segundo junto a Patton hacen de este "II" un compendio de hardcore, metal y punk de peligroso calibre a pesar del peso mediático a manos de la modernidad que se autodenomina vanguardia y que desconozco hasta que punto es capaz de comprender el mensaje de destrucción musical que proponen estos cuatro jinetes de la destrucción masiva.

No voy a negar que mis mayores dosis de disfrute llegan de la mano de canciones como "Reign of error" puro thrash metal con un Lombardo demostrando porque es uno de los putos gerifaltes del asunto e incluso algún guiño vocal a Araya, la inicial "Love without love" que es un misil autodirigido, el punk violento de "Heart reformer" que nos lleva a los tiempos del hardcore más militante o esa maravilla denominada "Christian missile crisis", un auténtico aquelarre sonoro con una violencia virulenta y unos intermedios melódicos que son como ese preciso instante en el que el tiempo se para durante un interminable segundo antes de que el puño se estampe contra el rostro e incluso esa furia implícita de "Nightclub Canary" con un Lombardo marcando diferencias. 

Pero aunque la cabra tire al monte y no me duelan prendas reconocer que son los momentos más metálicos donde disfruto de manera mas excelsa y excesiva de este "II", Patton, Lombardo, Crain y Pearson son capaces de sacarse de la manga canciones como "Imposter Syndrome" con sus repeticiones obsesivas, sus arranques de velocidad de crucero y sus retazos post punk o "Ants and Dragons" que se aleja de las tonalidades prototípicas que lucen Dead Cross y nos hace además disfrutar de Lombardo. Este "II" es una gran noticia, por la que parece recuperación de Patton de sus problemas con el alcohol a raíz del confinamiento que afectó seriamente a su salud mental y sobre todo porque también parece que Michael Craine se ha recuperado satisfactoriamente del cancer.

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