THE ELECTRIC ALLEY - Apache (2022)

No me apetece hablar de constancia, suerte, justicia o determinación. Desconozco si nos gusta complicarnos la vida por gusto o es algo innato a nuestra naturaleza. Cada vez estoy más convencido de que hemos perdido la capacidad de disfrutar y la hemos sacrificado por el falso gozo de destacar, de ser quien más sabe, el poseedor de la última palabra. La vida es lucha y sacrificio, por supuesto. Patadas a traición y guerra sin cuartel. Eso nos viene dado y excepto cuando presumes de meritocracia y resulta que esta metamorfoseó su nombre por el de apellido familiar o cuenta bancaria, las zancadillas vienen a pares. De ahí la necesidad de cuando todo acaba aunque sea por un ínfimo instante, tener la capacidad de cerrar los ojos, sonreír, gritar, cantar, reír, bailar e importarte todo una mierda durante un eterno segundo. 

Por eso amo el rock and roll. No quiero que sea cátedra de ninguna facultad ni derroche de moralidad de segunda mano y desmentido bajo la manta. Quiero que el rock and roll me haga disfrutar, sentir y si, incluso si fuese necesario, llorar. No quiero un puñetero asiento en el Olimpo del conocimiento sino un trozo de barra donde apoyar el codo mientras suena aquella canción. Necesito que el rock and roll me transmita pasión y por todos los dioses, los zurdos como Hendrix o los canallas como Bon Scott, os prometo por mi honor si alguna vez lo tuve, que The Electric Alley lo consiguen. Quizás tienen la mala suerte de ser de un lugar hacia donde los de más arriba no suelen mirar buscando discos que te den la vida. ¡Ellos se lo pierden!.

"Apache" es su cuarto disco. Hard rock de ese que tú y yo hemos mamado desde hace tanto que ni nos acordamos, ese mismo que comenzamos a disfrutar con gente que se ha quedado atrás y ahora ya no nos comprende, ni falta que nos hace. "Apache" es una declaración de amor. Es fuerza, melodía, guitarras que echan fuego, una base rítmica consciente de ser el corazón y el pulmón de esta historia, una voz privilegiada de esas que cuando encuentras en tu camino no deberías dejar escapar. "Apache" es un puñado de canciones que saben gloria, a celebración, a lagrimas derramadas y brindis seguidos de copas vaciadas. "Apache" es carretera, vistas hacia la frontera, reverencias veladas a ese blues que un día sin querer parió la semilla de ese hard rock de mis entrañas como dirían en mi tierra, la misma que la de The Electric Alley. 



Podría describir las canciones, pero prefiero no poner en mis dedos sensaciones que erizan los vellos de mi  piel, que me hacen gritar como un poseso cuando llega un estribillo. Prefiero dejar lo que esté haciendo y volver a pulsar el play, dejar que las canciones suenen en libertad, que hagan suyo mi mundo, mi momento que para eso hemos venido. Y aunque sé que mis palabras tienen un corto recorrido, que no pasarán de el corto espacio de tiempo en el que los habituales deis buena cuenta de ellas, mi gratitud por un disco como "Apache" si que es para siempre.



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Firmo debajo.Desde los 90 con lo que fueron los bon jovi,mñtley crue,Aerosmith,guns n' roses......nadie hace sentir lo que The Electric Alley hace sentir.
Son bestiales.
Unknown ha dicho que…
Buenas, decirte que lo que publicaste, coincide cien por cien con mi sentimiento. Últimamente pocas bandas me emocion, de hecho, cuando encuentras un oasis en el desierto no te lo crees. Y sí amigo, estamos a salvo con The electric alley. Una gran banda, no solo de grandes músicos, que es una cualidad que no se puede negar, sino de buena gente, muy cercanos. Lo digo porque he tenido el privilegio de verlos el sábado pasado en Málaga y pude también hablar con ellos. Desde la batería y el bajo que dan un sostén y poder increíble, hasta las guitarras brutales y la excelente voz, hacen que el hard rock "made in Cádiz", esté al mismo nivel o más, y ahí mi osadía, de las bandas americanas y nórdicas, que hacen del rock una forma de vida. Gracias The electric alley.
Fale García de Sr. Kanalla