RESEÑAS EXPRESS - THE GRASSLAND SINNERS/THE BATELEURS/NACHO PARA
Por esas cosas que ocurre, este disco se me ha ido quedando colgado y al final cuando he decidido meterme en él, resulta que había pasado su año de edición, 2022, algo que me pasa con muchos discos y seguirá pasando mientras no inventen un lugar donde comprar horas que añadir al día o me toque una primitiva que me permita pegarme todo el tiempo escuchando discos y bebiendo margaritas. Y me ha dado muchísimo coraje porque una vez escuchado en bucle, llego a la determinación que podría haberse colado sin problemas entre mis discos favoritos del pasado 2022 y lo hace a partir de ahora. Para este segundo disco la primera sorpresa es ver ese giro en algunas canciones hacia pasajes propios del hard rock que parieron Deep Purple, tal vez lo que me lleva por ese camino sea el sonido de los teclados y unas guitarras poderosas con un buen gusto que tiran de espaldas amigo. Otras, puestos a buscar comparaciones, se me ocurren The Black Crowes claro que cuando nombro a los hermanos Robinson, en mi cabeza siempre se presentan Humble Pie reivindicando su lugar entre las otras tantas bandas que la gente suele relacionar con estos.
Y en esas tesituras, a veces más rockeras, otras más hard, sonando como una maquina recientemente engrasada que va rodando de una manera natural, las canciones de este "Goin' fat" se convierten en esa banda sonora que busca su rincón para quedarse a mi lado de manera permanente y no caer en el precipicio del olvido fagocitado por la cantidad de información que pasa por nuestras manos en estos tiempos, tantos discos y tan diversos que a veces uno piensa que no les va a poder prestar la atención adecuada, algo que con este trabajo de The Grassland Sinners sería una total injusticia. Me pongo una y otra vez canciones como "Oh futility" con un solo de guitarra para enmarcar, ese bluesy "Double trouble" o la hard rockera "Paradise". ¡Maravilloso!.
Desde Lisboa y editados por Milana Records llegan The Bateleurs, que aunque hablan de ellos como blues rock a mi personalmente una vez escuchado su disco les colocaría sin ningún pudor el adjetivo hard delante ya que en su música se percibe la influencia de Led Zeppelin y otros pioneros del hard rock en los que el blues conformaba parte vital de su sonido. Con guitarras poderosas como parte muy identificable de su sonido y la voz de Sandrine Orsini que encaja perfectamente en el espíritu que The Bateleurs tratan de recrear y rescatar aprendido de la manera de entender el rock de muchos grupos de los setenta pero sin caer en la tentación de convertirse en meros clones abducidos por la imagen que pretende reflejar un espejo donde no siempre lo que se ve frente a él consigue mantener las mismas maneras ni formas.
The Bateleurs dan mucha importancia al riff, como debe de ser y además saben como sonar directos, sin perderse en historias que puedan restar frescura a sus canciones. Seguramente tenemos demasiadas bandas tratando de navegar por el mismo río revuelto y eso debería de hacer que mas de una zozobrase por el camino sin llegar a la costa como perfecta selección natural. The Bateleurs quizás no puedan presumir de un alarde de originalidad pero sin lo hacen lo suficientemente bien como para no perderles la pista y por ejemplo una canción como "Revolution blues" es un muy buen argumento. De momento este mes están de gira por España, oportunidad de comprobar como lo hacen en directo.
He comenzado el año como terminé el anterior, con el potenciometro de los vatios y su aguja marcando el límite. Pero entre tanta tormenta eléctrica que me recarga como un moderno Frankenstein moldeado a base de distintos estilos musicales, me recojo con la calma temperada y bien calculada de este "No parking tickets in the clouds" de Nacho Para (Bantastic Fand) en el que se dan la mano, la rima y la belleza propia adherida a las canciones de la que pueden presumir sin rubor gente como Dylan, Neil Young o George Harrison como referencias, influencias o el adjetivos que pretendáis usar ante este puñado de fantásticas canciones que te llevan a recorrer la costa californiana y que mientras suena pienso en como podría haber servido de banda sonora mientras leía ese maravilloso libro de Barney Hoskins llamado Hotel California.
Me voy a evitar el manido uso de hablar de raíces americanas para decir que en este "No parking tickets in the clouds" de Nacho Para respiran de forma precisa el country, el folk, el rock de los sesenta, las melodías más cuidadas del pop. Que por sus surcos desfilan sensaciones y sentimientos, alegorías y materialidad. Nacho Para ha creado un disco que a veces resulta intimo mientras que a su vez necesitas escuchar en la compañía adecuada y el lugar preciso.
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