Cronicas: THE BATELEURS - Sala Milwaukee (El Pto Sta María) 29/01/23

Frío domingo de enero. Un invierno que o bien este año se está cebando al Sur del Sur o quizás el despropósito de las temperaturas en los últimos años han borrado de mi mente la percepción de tanto frío en esta estación del año. Pero como "The sun in the tenth house", disco de los portugueses The Bateleurs me había llamado la atención lo suficiente como para no perderme sus paso por El Puerto de Santa Maria, concierto con el que ponían punto y final a su gira hispana, diez conciertos concentrados en dos semanas. La mezcla de blues, hard rock y pinceladas soul que proponen los lisboetas en su sonido conforma una atractiva mezcla, además ideal para disfrutar en directo con una cerveza y buen compañía. El cuarteto se presentaba sobre el escenario de la Sala Milwaukee y casi sin dar tiempo a reaccionar se abalanzaban con fuerza basándose en el sonido potente de la guitarra de Marco Reis que comparte protagonismo con la voz de Sandrine Orsini. 

The Bateleurs muestran ser un grupo competente en el que destaca la sección rítmica y sobre todo su batería João Colaço auténtico dueño y señor del ritmo y que durante todo el concierto deja que el peso de este descanse sobre la precisión y fuerza con la que acomete las canciones de la banda. Temas propios, tanto de su disco como de su anterior e.p. Pudimos disfrutar de canciones como "City of lights", "All we are" en la que consiguieron implicar a la sala como improvisados coristas, "Revolution blues" o "Another crossroads" e incluso una versión de "Hush" de Deep Purple -si, ya sabemos que no es de Purple, pero a estas alturas quien la identifica con Billy Joe Royal y no con ellos - que les quedó bastante apañada, dicho sea de paso.

Es cierto que la música de The Bateleurs invita al disfrute, a ese sabor a club y carretera pero a veces se percibe la sensación de un bucle infinito aunque tan solo sea en pequeños instantes. Desconozco si tal vez debido al final de la gira o el castigo de tantas actuaciones seguidas, la voz de Sandrine resultaba a veces algo forzada, abusando de los agudos y los tonos altos cuando el registro de voz que tiene podría funcionar bastante mejor en tesituras más blues pero es verdad que ese ramalazo hard del que presumen The Bateleurs la lleva por ese camino. Una hora y medio de concierto que se me hizo muy corto y que obviando pequeños detalles.




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