DEAD CITY RUINS - Shockwave

Aún sido acumulando discos de este pasado año por escuchar y lo peor de todo, es que en tan solo dos meses de 2023, voy echando al saco otros nuevos que me van atrapando y convenciendo. Pero estoy dispuesto al menos en todo lo posible, en no dejar que se me vayan escapando discos del 2022, al menos esos que han dejando en mi suficiente huella y rastro como para perdurar en el recuerdo que pervive gracias al disfrute. Uno de ellos es este "Shockwave" de la banda de Melbourne, Dead City Ruins. ¡Hard rock amigos!. Fuerza y melodía repartida de manera equitativa sin que una reste protagonismo a la otra y eso es más complicado de lo que puede aparentar en un primer instante. "Shockwave" es un disco de corte actual pero que respira influencias del pasado. Con esas guitarras siempre en primer plano, omnipresentes, riffs marcando el camino y una batería atronadora, los australianos saben como crear melodías que se presenten atractivas y sean capaces de colarse entre tus oídos para anidar en tu cerebro con la suficiente destreza para desatar un latigazo eléctrico que recorra tus cervicales.

Y  es que en "Shockwave", Dead City Ruins recorren de punta a cabo el lado peligroso del rock y lo mismo puedes reconocer guiños a Skid Row en "Speed machine" durante la estrofa que bajar a los barrios más pervertidos del sleaze para patear sus calles con influencias de Soundgarden en "Madness", recordarnos al Jon Bon Jovi de "Blaze of glory" en "Rain" mezclándolo con retazos que te llevan hacia Alice In Chains por muy extraño que os pueda parecer dicha convergencia. Hay hard clásico, directo heredado de AC/DC en la inicial "Preacher" o energía pura compactada en un cañonazo hard rockero como es "Dog on a leash".

La batería de "This side of the dirt" me recuerda a Guns N' Roses al igual que buena parte de la estrofa pero esa guitarra inicial me lleva hasta "Addicted to that Rush" de Mr. Big. "Drifter" suena más oscura, densa, pesada, con un riff de influencias clásicas que otra vez me pone en la cabeza a Soundgarden. Y siguiendo con influencias clásicas, el riff de "Spiders" me lleva a un cruce de caminos donde se encuentran Jimmi Page y Toni Iommi. Con "End of the line" muestran músculo y otra vez se cruzan en mi camino los Skid Row más cañeros. Ojo, o mejor dicho, oido al riff de "Blood moon" y a la melodía de voz que es capaz de construir su vocalista Steve Welsh. Cierra este fantástico disco "The sorcerer", otra canción enorme en la que conjugan de manera magistral fuerza y melodía, pasado y presente. Un gran disco que ningún fan del hard rock debe dejar pasar.

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