LUCKY STRIKEWALKER - La gran estafa del rock and roll

Bajo las percepciones de los cuervos negros que nos sobrevuelan en los tiempos de crisis como negras almas que anuncian lo que nos queda por vivir, lo que falta por llegar. Las luces de neón hace ya un tiempo que se apagaron para el Rock and Roll, al menos las que más brillaban desde las ventanas, pero nunca dejaron de emitir luz aquellas que alumbran directamente a la gente que sigue creyendo en una música orgánica donde la actitud es directamente proporcional a la sucesión de notas que la compone.

Desde Toledo llegan Lucky Strikewalker que bautizan su nuevo disco, el segundo ya, "La gran estafa del Rock and Roll" en una época en la que la televisión en menor parte, porque ha quedado relegada por la inmediatez de las redes sociales, que han creado la paradoja de a más información en nuestras manos, más ciegos nos volvemos, como referencia a una manera de vivir que si que se ha convertido en el auténtico timo de la estampita.

Precisamente, si algo no es la música de Lucky Strikewalker es una estafa. Lo suyo bebe de rock duro clásico y de aquel que exportó USA en los ochenta nacido al calor de L.A., con suficientes dosis de espíritu canalla y macarra, adornado de riff explosivos. Y es que las guitarras se tornan muy importantes en la declaración de principios de Lucky Strikewalker, como demostración de que aquí no hay trampa ni cartón y que "La gran estafa del Rock and Roll" es un título genial pero inversamente proporcional a lo que la banda nos ofrece en este segundo disco.

Destacan canciones como "Lobos", fuerte, directa, que trae a mi memoria a Buenas Noches Rose, el punk melódico de "Malibú", "Que digan lo que quieran" y su retahíla sleaze. Se me aparecen Guns n' Roses cuando suena "Mendigo de la juerga". Presumen de riff con "Echo de menos tus besos" e incluso se vuelven más duros y energéticos con la canción que cierra el disco, "Mata al DJ". Por si faltase algo, prodigan su amor por Burning con una brillante versión de "Es especial". Los de Toledo se han marcado un fantástico disco, de esos que suenan mejor cuanto más subas el volumen. ¡Ojalá todas las grandes estafas tuviesen estas maneras!.


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