SRA. ROBINSON - Cierre al salir

Hace ya muchísimos años, décadas os digo, escuché decir a alguien que si te conformas lo que te dan tienes lo que mereces. Esta frase se quedó a mi lado marcada a fuego. Quizás por eso esta tarde por una situación que no viene a cuento contar aquí, le decía a mi hijo que con lo único que no se puede ir a ningun lado es con miedo. Luego más de una vez llegaran las hostias pero a  la larga duelen menos que el arrepentimiento por no haberse atrevido. No hablo de ser un kamikaze por la vida porque aunque el corazón mande siempre hay que saber escuchar a la razón pero no utilizarla como excusa para la cobardía. En la vida nunca es tarde precisamente porque usualmente no conocemos donde está el final, ese punto de no  retorno que nos convierta en un recuerdo para los demás que se va diluyendo con el tiempo excepto para aquellos con los que compartes el vínculo de la vida de manera más ferrea.

“Cierra al salir”. No sé cuantas historias alrededor de ese título se vienen a mi cabeza. Seguro que Sra. Robinson tienen la suya propia que los ha llevado a que sea precisamente la primera impresión de su último disco. No son nuevos en el  negocio pero reconozco que si para mí. Origen mediterráneo pero su musica bebe los aires  de una costa mucho más lejana. Ecos de rock sureño, de blues de temperamento eléctrico, del que fluyó en  América pero también inmerso en aquella invasión británica que tanta gloria otorgó a la música de la pérfida Albión e influyó a tantos que llegaron atrás. Los podríamos emparentar con aquellos M-Clan que ya nunca volverán a ser lo que fueron un día que ya comienza a parecer muy lejano en  el tiempo. Las comparaciones son odiosas cuando llevan intenciones veladas pero sirven para situarse cuando quieres saber de que va el asunto.

Diez canciones que saben a motores en marcha que no hay quien pare. “400 canales”, “Expectativas “ o “Dispárame” tres maneras distintas de hacer rugir las guitarras, de llevarte contracorriente por el camino correcto hacia ese lugar lleno  de humo donde vive el rock and roll. ¡Qué bien suenan esta gente!. Acercan sus melodías a terrenos más accesibles de un rock para todos los públicos en “Mala idea” o ponen la carne en el asador para emocionarnos a base de lentos como la acústica “Me quedé sin voz” o “Rumbo al norte”. No perdemos la fe en el rock and roll y grupos como Sra. Robinson ayudan a fortalecerla. Otra cosa es como vire este maldito negocio.

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