Landslide - Play, learn, lose…

Las metas se las marca uno mismo. ¿Queda de puta madre, eh?. Pero sabemos que no siempre es así, o al menos literalmente,  por que la vida demasiadas veces construye muros infranqueables alrededor tuyo y los decora de tal manera que te hacen creer que esa sensación artificial de seguridad y comodidad es algo natural que te hace sentir bien y es el lugar donde siempre  deseaste estar. Por suerte, sigue habiendo gente que se lanza de cabeza contra dicho muro con el afán de derribarlo aunque sea hercúleo el intento, cegado por la sangre que resbala de su frente. Le pasa a los músicos que siguen componiendo contra viento y marea, resistiendo a la tentación del paraíso con forma de manoseada versionen pos de hacer llegar a la gente sus propias canciones.

Es el caso de los gaditanos Landslide que presumen de un hard rock de guitarras hirientes y unas melodías trabajadas a conciencia. Debutan con este “Play, learn, lose…” que evita accidentes obvios de muchos discos debuts, para mostrarse preparados para jugar, aprender y ya veremos si al final resulta que hay que perder o no, que como ya nos enseñaron Lemmy o Johnny Thunders, al final nacimos para perder aunque vivamos tratando de ganar. 

Comienzan enchufadísimos con “Runaway train” que los emparenta con las hechuras más consistentes de otra de las bandas preferidas de este  tugurio virtual, The Electric Alley. Como sus - y mis - paisanos, comparten las influencias del hard rock clásico pero sin desmerecer influencias bien adaptadas y ensambladas de los 90 a lo largo de la década. Canciones como la ya nombrada “Runaway train”, “Last choice”, “I would” o “Still alive” son una muestra clara y concisa de como se pueden tener amplias influencias que crecen desde una misma raíz y ser capaces de pasarlas por el tamiz adecuado para construir una personalidad propia. “Play, learn, lose…” es una apuesta segura, una buena mano con la que asaltar la banca y luego correr botella en mano.

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