TRAVO - Astromorph God
Las decisiones se toman bien porque te encuentras contra la pared, bien porque crees que es el momento adecuado.Vivir de una manera lineal nunca ha terminado de conciliar con el molde de barro que quede el día que el telón caiga definitivamente y ponga punto final a mi representación. Sumas, restas, triunfos y derrotas, aunque a veces estas se confundan entre si y nos cuesten diferenciarlas unas de otras. Pasos en falso que terminan siendo más divertidos que cualquier barandilla a la que agarrarte. Aprender a cada instante desterrando lejos la sensación de estar de vuelta de nada. Brindar al sol pero nunca cantar de cara a él. Reconozco que he tenido que viajar por las redes de la información para saber que significa astromórfico. Y ello me ha llevado a terminar leyendo "Diseño de una revista ilustrada de mitos y leyendas de la provincia del Azuay desde la perspectiva gráfica del horror", realizada en 2015 como Trabajo de Fin de Grado para la Facultad de Artes de Diseño de Cuenca (Ecuador) por Jossue Daniel Cárdenas Santos. En él, nos escribe: "El Dr. Manuel Landívar (1997) en la "Contribución a mitos y leyendas en el Azuay y Cañar", menciona que los elementos que integran un mito en algunas ocasiones son astromórficos, es decir, astros como la luna, el sol, las estrellas, los que son considerados como maravillosos" (Cárdenas Santos, 2015: 18).
Me hago idea propia como deben de ser entonces el Dios astromórfico que nos proponen los lusos Travo a través de su música, un viaje hacia el mesianismo psicodélico de atmósferas dispares y efluvios sensoriales que buscan su punto de sujeción terrenal en posturas próximas al garage rock y a la contundencia abrasiva y primigenia del heavy psych de guitarras cavernosas. El contraste melódico/abrasivo de "Faceless Ghoul" que traslada la rabia aguerrida de unas guitarras hirientes como propulsión a la propuesta vocal donde explora otras laderas opuestas. Travo se desenvuelven en esa doble dualidad que debe tener cualquier dios merecedor de militar en la mitología, el golpe musculoso que recibimos cuando "You won't see me" nos golpea de frente no acapara para si todo el protagonismo sino que lo comparte de manera maestra con los destellos psicodélicos que se apoderan de cada instante, de cada nota en una fusión tan natural como propia.
"Arrow of motion" te hace entrar en trance, esa sección rítmica, chamánica, que como la brujería Azande, se convierte en el sistema que lo articula todo, en el "hecho social total" de Mauss. "Turn to the Sun" hereda del punk, el nihilismo de un Dios astromórfico que se muestra rápido, feroz, histérico, al que no venderías por treinta monedas. "Astromorph God", la canción, son las tablas de la ley, sus quince minutos de james perfectamente ejecutadas, de distorsión como primer mandamiento, de simbolismo ejecutado en acordes psicodélicos que redimen nuestros pecados más oníricos. "Astromorph God", el disco, es una auténtica maravilla, una plegaria incesante de dioses mundanos a golpe de fuzz.
Comentarios