Cumpliendo otro año más... sin perder la cuenta
Quizás ese empeño primigenio de pensar en crudo, de escribir desde la visceralidad, de no establecer más fronteras de las que caben en el rulo de cartón del papel higiénico, es el impulso que consigue que Motel Bourbon continue un año más con sus puertas abiertas. Mi flujo de escritos no es constante, podría decir que no tanto como quisiera, pero sería mentir, porque jamás en las paredes de las letrinas escribí normas de obligado cumplimiento. Sigo pagando cuentas pendientes, y este 2023 he zanjado otra, iniciando estudios universitarios, que superado el medio siglo de vida, algo me decía que era el momento de abrir la rendija del mueble donde guardo las promesas por cumplir y otorgar la libertad a una de ellas. Menos tiempo para dedicar al blog, en esa lucha eterna con Cronos, impasible ogro que avanza inmisericorde sea cual sea la circunstancia. Contar los años que llevo dando forma a este blog -supervivencia de un pasado que ha quedado en el olvido- me reconforta la alegría, y es que ese diablo que vive perenne junto a mi oreja izquierda, me susurra con su acento cómplice y canalla: "el blog te ha regalado muy buenos momentos y te ha librado de alguno que otro que quizás hubiese finalizado en un mal recuerdo".
Motel Bourbon cumple 14 años hoy 5 de enero, y no realizo propósitos de año nuevo, porque ni la suerte está echada ni creo en el destino, así que lo que tenga que ser, será. A los habituales, a los que os acercáis de vez en cuando, a quien por curiosidad o despiste, cruce por primera vez las puertas de este tugurio virtual que muchas veces abre las ventanas hacia el interior de mis luces y tinieblas, gracias por perder un rato leyendo las palabras que moran para siempre en este blog.
Comentarios