Lo de los algoritmos es algo capaz de manejarse a ambos extremos de la balanza, de lo que sientes que no tiene ninguna relación con tus gustos al acierto pleno. Seguramente en lo primero cobren fuerza razones comerciales y es que sin ruborizarse lo más mínimo, plataformas de streaming son un caballo de Troya para meter la publicidad no ya en el salón de tu casa sin necesidad de llamar a la puerta sino de forma invasiba, en el inconsciente que influye nuestros impulsos. Pero, también otras veces actua como un camello a las puertas del paraíso y es capaz de satisfacer tus necesidades -yo las tengo, tú, si eres habitual de este sitio, supongo que también- de seguir descubriendo grupos y discos, y lo primero que me ofrece en este caso, YouTube es “The hammer of the witch” de Natthammer.
Reconozco tener un desconocimiento absoluto de la escena metálica peruana a excepción de Maze of Terror, llegando a escribir de su disco “
Skullcrusher”. Oye, que no puede uno llegar a todos lados aun poniendo empeño, así que casualidades de la vida me topé con este disco al que podía presuponer por su portada sonido pero poco más. La vocalista Fátima Natthammer es el alma mater de un disco que dicho sea de paso me ha gustado y mucho. En este martillo de la bruja vamos a encontrar heavy metal orientado principalmente a la segunda mitad de los ochenta, conjugando potencia con la importancia de las melodías, construidas para dar personalidad al sonido. Un recurso sencillo sería nombrar a Warlock como referente, porque además a veces la voz de Fátima me retrotrae a la reina del metal y es que la vocalista muestra cualidades y lo hace realmente bien, demostrando estar a un gran nivel. Si además lo acompañamos de unas canciones poderosas, que atesoran el espíritu del heavy metal de corte norteamericano y que rozan un nivel alto, nos encontramos con un disco del que seguramente va a disfrutar cualquier fan del heavy metal.
El siguiente salto me lleva al canal de Metal Blade, uno de mis camellos predilectode los 80 y 90 que llevaba hasta nuestras fronteras lo que se cocía al otro lado del Atlántico. Brian Slagel no se rinde y sigue apostando por squello en lo que cree. Suena “Men Guõs hond er sterk” de la banda de Islas Feroes, Hamferõ. Su tercer disco. La música de esta banda de las Islas Feroes oscila hacia el doom acercándose pir momentos al post rock en esa fina línea que a veces trazan ambas maneras de entender la música. Aunque nos encontramos voces guturales en la oscura “Hvølja” y algunas partes de “Ī hamferđ”, lo que predominan son las voces limpias y es que además, el trabajo de Jón Aldará es de nota y altísima, demostrando ser un vocalista tremendo. Meterse en la musica de este “Men Guõs hond er sterk” es perderse de lleno en su talante épico que sobrepasa las atmósferas grises más propensas del doom y atrapa a el tono solemne que recubre la música de Hamferõ.
Dejando atrás las frías costas del Atlántico Norte, tomo rumbo a los States, Wisconsin para señalar un punto exacto en el extenso mapa norteamericano, marcando en el panel de la máquina del tiempo el año 1971. Observando a estos White Duck, podría decir que sus miembros era los acompañantes en directo de Jimmy Buffet y que además, para su segundo disco, reclutaron a un joven y aún desconocido John Hiatt. Pero entre medias de ambos sucesos, vio la luz este disco debut de rock con aromas country -o viceversa, aunque yo me decanto más por lo primero- con palpables influencias de The Beatles, como por ejemplo salta a la vista en “No” o “Lonely” que no puede ni quiere ocultar la sombra de Paul McCartney y de Crosby, Still & Nash en por ejemplo “Black-eyed Susan”. Los protagonistas de este disco son Paul Tabet, Mario Friedel, Don Kloetzke, Lanny Fiel y Rick Fiel. Otro disco de una epoca muy prolífica que siempre viene bien rescatar.
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