Malditos Ipods: Ecclesia/Stygian Crown/Cobra Spell

Abrir los subterfugios de la mente seguramente sea más sencillo de decir que de hacer, como el tratar de liberarla de los estragos casi permanentes que como mar que desgasta el arrecife a base de furiosos envites día tras día, provoca el stress de una vida focalizada en una rutina asimilada dentro del sistema mercantilista de status y posesión que nos encadena con los grilletes de la supervivencia creyendo así poder llegar algún día a ese falso oasis de opulencia que imaginamos otear en el horizonte. Como desgarbado hidalgo Don Quijote de hechuras urbanas que combate molinos de vientos disfrazados de gigantes, anhelamos ese bálsamo de fierabras que nos sane las heridas con su poder curativo al menos durante el ínfimo instante de reposo antes del próximo escollo. Sin recetas milagrosas, el mío hierve en el caldero a base de notas musicales cubiertas de distorsión, de voces agudas que penetran en mi espina dorsal de baterías cuyo ritmo me marcan el paso sin marcialidades sino con el hechizo de llegar donde las melodías me lleven cada vez con menos intención de predestinar ni estereotipar.

Si ya el año pasado desde Francia me encontré con uno de mis discos favoritos del año, el de Moundrag, en lo que llevamos de 2024, desde el país vecino, término rancio de telediario, a la altura de soltar aquello de “la edad de Cristo” cada vez que el 33 salta a escena o algo que escuché ayer en el tren pero que no ,e voy a detener a explicar debido a su caracter localista y que me planta en cara la constancia de que uno acumula ya cierta edad al ser conocedor de dicha metonimía. Como decía, desde Francia este año otro disco que apunta alto es el de Griffon. En menor medida, aunque a muy buen nivel, es el segundo disco de Ecclesia, titulado “Ecclesia Militans” y que se abre paso por las puertas del heavy metal de  de este siglo con pinceladas cercanas al epic doom y pasajes propios del prog metal, un disco que puede gustar tanto a un fan de Edguy como de Simphony X o Royal Hunt, abriendo un poco el horizonte. Detrás de una potente imageny toda una imaginería basada religiosa del medievo que refuerza centrando la temática de sus letras en la pretendida lucha de la Iglesia Católica de la época contra la herejía o lo que ellos pretendian interpretar como tal aunque detrás del espíritu santo se escondiesen nada velados motivos económicos. Un gran disco que al menos a mi me ha dejado más que satisfecho.

A veces tengo la sensación de que el doom es el punk del metal y antes de que os echéis las manos a la cabeza o penséis que definitivamente he perdido el norte -o más aún- dejad que me explique. Para dicha comparación me bado, en que últimamente como pasa con la etiqueta punk, doom se utiliza a la ligera casi sin importar la afinidad o un mínimo de objetividad que no termine convirtiéndola en uninconexo cajón de sastre. Porque leo por ahí definir a los angelinos Stygian Crown, o epic doom, utilizándolo como bisagra o comodín con el que tratar de enroscar tornillos que no terminan de entrar derechos. Venga, busquemos un resquicio para agarrarnos a ese cabo que cuelga y nombremos los dos e.p.’s de Candlemass con Mats Leven en quizás su versión menos Candlemass de las leyendas del heavy doom. Cuidado, porque con la retahila para tratar de argumentar la defensa de mi concepto de doom, estoy pasando por alto que este “Funeral for a king” es un buen disco de heavy tradicional que atrae a su campo de gravitación elementos del power, que busca a veces cimentar el pesonen el riff provocando un sonido mas “pesado”  e incluso se me ha colado algún recuerdo de King Diamond en algunos instantes de una canción como “Blood red eyes” o el inicio de “Strait of Messina” que ha formado en mi cabeza una nebulosa en la que viaja la influencia de “Headless Cross” de Black Sabbath era Tony Martin, época que se reivindica con fuerza desde este blog.

Sonia Anubis ex Burning Witches y Crypta lleva tiempo centrada en su proyecto Cobra Spell y lo cierto es que a la guitarrista holandesa le estaba costando consolidar una formación estable de la que no queda ninguno de los músicos que participaran en “Anthems of the night” a excepción logicamente de Sonia y su guitarra. Con alineación femenina en su totalidad, a comienzos de enero lanzaron este “666” cuya portada no hace justica al fantástico trabajo que nos encontramos una vez pulsado el play. Puro sonido de los 80,  muy influenciado por el hard rock que se volviese tendencia del 87 al 91 a veces, otras hard melódico con fuerza y la omnipresente guitarra de Anubis. “666” es uno de esos discos que seguramente a más de uno parecera trasnochado y fuera de lugar y que sin embargo a otros como yo, nos saca una sonrisa, consigue contangiarme su ritmo y que irremediablemente suba el volumen. Cobra Spell trabajan muy bien los estribillos conscientes de su importancia  en el tipo de canciones que hacen aunque sin olvidar nunca de impregnarlas de la dosis necesaria de contundencia como por ejemplo en “The devil inside of me” o “Warrior from hell”. Horns up!.


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