BOG MONKEY - Hollow

Llevo tiempo sin aparecer por el blog, y por otros menesteres. Con los exámenes a la vista, vuelvo a tener 20 años a pesar de mi ya sobrepasado medio siglo de vida y aunque en espíritu nunca dejé de tenerlos, para desesperación de alguno que otro, que no terminó de entender que mis maneras y formas de entender la vida no se ajustase a ciertos parámetros performativos enraizados en el supuesto de como uno debe de comportarse en determinadas épocas de la vida que vienen dadas, cuando es mejor abrazar aquellas elegidas aunque no siempre terminen resultando de la manera adecuada. El roce crea chispas, adecuadas diría mi nunca bien digerido Bunbury, pero estas no siempre terminan de prender. En unos tiempos de retrocesos, con legiones de defensores de la teoría de que la tierra es plana, conspiranóicos que ven manos negras por cada rincón al que asoman sus narices e incluso en los más abiertos horizontes, adalides televisivos que han hecho de la mentira su dogma de fe. Conductores de naves del misterio que no llevan a ninguna parte, botarates al borde de un ataque de nervios, autodenominados herederos de una estirpe que confunde libertad con ignorancia y mentiras de destrucción masiva. Monos de feria sin circo que les ladre. Perfiles dignos con la dignidad en una fosa séptica. 

Llevamos tanto tiempo haciendo cábalas sobre cuando el mundo se irá al carajo que al final teminará siendo como el cuento del lobo. Dicen que la sociedad occidental se desmorona, ignorando que esta siempre se cimentó en base al dinero y el poder, y esos mutan de piel pero nunca mueren, porque son los que compran almas en cruces de camino. Alguien me dice: ¿qué mundo dejaremos a nuestros hijos? y yo lo miro pensando en el recurso fácil de las frases hechas. Si no fuera porque creo en la destrucción de los muros, los construiría altos y robustos para librarnos de sus encantamientos de serpiente. Construcciones fortificadas que escupen violencia en sus vigas. Prefiero el vocifero de la distorsión infinita, el espíritu santo de los altavoces maltratados. “Hollow” es un compendio de sonidos condensados. Hasta la voz se convierte en un arma de distorsión masiva. Allende de los mares, Georgia, pero sin sombreros de cowboys ni tonadas que añoran cielos plateados. Nueva Orleans es el nuevo Vietnam proclamaban puño en alto unos héroes como Eyehategod. No sabría deciros ahora que será Georgia pero la avalancha sludge de Bog Monkey es un gran discurso. Corrosivos, metálicos, sumidos en las profundidades pantanosa, incluso ecos garage se cuelan en su poción de fuzz desorbitado y es que no me digáis, que solo a mi esa fantástica portada me recuerda a los grandiosos Fuzztones.


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