Ek Balam - Que las voces sean viento, sean agua, sean piedras -2014-
Desirée Bela-Lobedde -Neorancios-
Los efectos del colonialismo han marcado el devenir histórico de las tierras que lo han padecido en su piel y sangre tanto que sus doctrinas han terminando fagocitando odios traducidos en muertes por haber dotado de un sentido acorde al pensamiento europeo y transformar relaciones de patronazgo y sus complejas escalas en categorías raciales que desembocaron en terribles episodios de la historia como el genocidio ruandés. Desde un tiempo a esta parte vivimos en un enfrentamiento de conceptos sobre el colonialismo español en América. Tratar de ocultar este concepto por su -justa- connotación negativa se ha convertido en empeño de algunos, tratando de blanquear unas condiciones dadas en un siglo donde las consideraciones morales no se pueden alinear a las actuales, por mucho que en ello se empeñen desde posiciones alejadas a los primeros. El colonialismo español no se puede comparar al británico, el modelo tributario español en México no es acorde al modelo de imperialismo ecológico practicado por los británicos en Australia y Estados Unidos. Ni las circunstancias eran idénticas, ni aún en el caso español se había establecido la doctrina del racismo -no perdamos de vista que el racismo es una doctrina occidental moderna que predica que ciertas características físicas, propias de unos grupos humanos llamados razas, determinan cierto tipo de rasgos culturales e individuales de carácter intelectual y moral- surgida en Europa en el siglo XVIII y las motivaciones económicas de la Revolución Industrial cristalizadas a través del expansionismo imperialista. Pero cuidado, no caigamos en la trampa de un blanqueamiento ficticio, que los desmanes españoles fueron documentados por Bernardino de Sahagun o Bartolomé de las Casas en sus escritos a la Corona denunciando los abusos sufridos por los nativos.
A través de Felix Morales - gran músico y escritor, mejor persona- han llegado a mis oidos estos uruguayos que fundamentan sus letras en una visión antropológica de los pueblos amerindios que sufrieron en sus carnes el afan expansionista de Occidente. Un disco editado hace ya diez años, inmerso en el círculo de las distribudoras independientes y el vanguardismo punk del Do It Yourself. En un entramado de relaciones sociales configurado a partir de sus composiciones donde conviven el poso monolítico del sludge fundado en el dominio de la velocidad como contrapunto de dureza, la energía liberada del hardcore, la violencia del crust como condición intrinseca para acompañar un mensaje de dolor y reivindicación por derecho propio por encima de elucubraciones partidistas, la necesidad de expresar la experiencia propia que no tiene que coincidir con líneas académicas porque pervive en el recuerdoy las cicatrices por encima de los papeles y las tradiciones orales. “Que las voces sean viento, sean agua, sean piedras” recoge la herencia de “los otros” enfrentado al prisma etnocéntrico impregnado en el proceder occidental. La reivindicación vital de una historia sepultada bajo los cimientos del colonialismo, arquitecto de los planes de expansión económicos por encima del valor de las vidas. “Que las voces sean viento, sean agua, sean piedras” es un disco para escuchar y leer con atención, acogidos al extrañamiento de obviar nuestras propias costumbres como idóneas, abiertos a escuchar como los demás tratan de curar sus heridas por mucho que puedas sentir que erosiona las construcciones simbólicas del Estado-nación como figura predominante de una modernidad que trata de envolver sus identidades en banderas que cubren ojos ante los continuos ataques a la comunidad como base de convivencia. Os dejo el blog de la propia banda donde encontrar las letras y el enlace a bandcamp para escucharlo.
http://ekbalampunk.blogspot.com/
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