Prong -State of emergency

Me gusta observar el comportamiento, preguntarme el por que la gente actúa de distintas maneras ante situaciones similares. Ultimamente utilizo mucho el servicio de cercanías de Renfe y eso me lleva a observar a veces actitudes mecánicas, otras forzadas y en gran manera, las que surgen de forma natural, o al menos eso parecen. Me enseñó una de mis profesoras de Antropología que realmente lo que la gente hace o deja de hacer no importa, sino que lo que debe de llamar nuestra atención es que lleva a hacerlo y en que afecta a los demás. Como bien define Angel Díaz de Rada, "no hay acción humana sin un individuo que la lleve a cabo y que ningún individuo puede emprender esa acción social completamente en solitario". Los ritos, transmutan, migran de manera imperceptible. Encuentro similitudes en formas de actuar para situaciones totalmente opuestas a otras, por espacio, tiempo y militancia. La evolución del Sapiens, es incapaz de dejar atrás tradiciones aunque en nombre del progreso -necesario por otra parte- le otorguemos un nuevo nombre. La importancia de la acción social, de la norma, la rígida pero seguramente mucho más, como se fijan las reglas por algunos agentes sociales a través de la práctica. Como tratamos de identificar los marcadores diacríticos, los signos de adscripción a un cuerpo social homogéneo, principalmente, cuando hablamos por ejemplo de música y de aquellos que buscamos una identificación adscrita a unos sonidos, en la performatividad que le rodea y posiblemente le añada un valor más allá de un puro y estricto estilo musical.

Si entro estrictamente a tratar de referirme a temas musicales, seguramente me pierda en divagaciones finalmente, porque este blog nació para dar rienda suelta a ellas. Siempre me ha interesado algo del mundo del metal -básicamente porque es donde más cómodo me siento siempre, pero que se puede aplicar sin ninguna traba al resto de cajones de sastre donde residen las canciones por sí mismas- y es como la influencia de un músico sobre los de su misma progenie no siempre tiene porque ir en paralelo con la legión de fans que sea capaz de acumular. Uno de esos ejemplos para mi es Tommy Victor. Seguramente uno de los mejores fabricantes de riffs del metal, que seguro que ha influenciado a más de un guitarrista , pero aunque reconocido por la mayoría, nunca ha ocupado un lugar prominente en el Olimpo del metal de cara a la gente que compra discos y va a conciertos. Aún así, Tommy Victor y sus Prong, son responsables del surgimiento del Groove metal con todas sus consecuencias. "Beg to differ" es un disco que se puede alinear junto a "Cowboys from hell" o "Arise" como iniciáticos hacia lo que vendría más tarde durante los 90 en buena parte del mundo del metal.

Este "State of emergency", lanzado en el último trimestre del pasado año retoma con fuerza ese sonido del que hicieron gala en los 90. La fórmula no por ya conocida deja de ser menos excitante. Furiosos riffs y contundencia. Escuchar la guitarra de Tommy Victor y su compendio de violencia y rabia traducido las notas que escupe su instrumento, inmerso en la obligación de levantar tu puño y acompañar cada uno de los ritmos marcados con el movimiento de tu cabeza. Si la guitarra marca diferencias, la solida pegada de la que hace gala Griffin McCarthy no se queda atrás ni un solo instante, contribuyendo a crear ese indestructible muro sonoro de este estado de emergencia capaz de autodefinirse en cada canción y ofrecer postulados próximos al hardcore cuando es necesario, al metal de los primeros 90 o incluso acercarse a tonalidades más oscuras. 13 discos ya en su haber, seis años pasados desde su anterior andanada, "Zero days", pero las baterías bien cargadas y las ideas frescas. Complicado no rendirse ante canciones como "Light turns black" por nombrar tan solo una.

Comentarios