Felices Fiestas: Noche de Paz, Noche de…Black Metal
Seth - La France des Maudits
Esta banda de Burdeos, se fundo en 1995, pertenecientes a la llamada Les Legions Noir -LLN- imbuida en espíritu del black metal que abrasaba en el gélido norte de Europa. El paso del tiempo, como con aquella escena de la que una vez se sintieron deudores, ha ido evolucionando hasta, y siempre según mi percepción- rayando su mejor nivel con sus dos últimos discos. Lo primero que impacta es la portada, de esas que ya centra tu atención en lo que la banda puede ofrecer que no es poco. La magistral combinación de elementos sinfónicos, partes melódicas con arrebatos de oscura furia y las atmósferas épicas, sombrías gran parte del tiempo, melancólicas otras y unos riffs que no dudan en desacelerar en contraposición con la velocidad de la batería. Una profunda experiencia, si no, presta atención por ejemplo a “Et que vive le Diable!”.
Panzerfaust - The suns of perdition. Chapter IV: To Shadow Zion
Los canadienses Panzerfaust continúan escribiendo capítulos de su The suns of perdition con este “To shadow zion”, que debe ser el último, el que cierre la historia. Definitivamente se cuela entre mis discos preferidos de Black Metal de este año. Esa constante sensación de opresión tan característica del género en este caso agrandada por las guitarras se convierten en adictiva por la fuerza de unas orquestaciones que refuerzan, y de que manera, las composiciones de Panzerfaust para este disco. Caigo en un peligroso vórtice del que no pretendo escapar, una atracción catatónica, me arrastra principalmente a dos canciones del disco, “The damascene conversions” con sus elementos progresivos y “Occam’s fucking razor” esos riffs que no consigo sacar de mi cabeza, consiguiendo casi obsesionarme con la manera que van atrapándome y arrastrándome hacia esa realidad sonora que construyen. ¡Una auténtica maravilla!.
Aara - Eiger (2024)
Sexto larga duración de los suizos en sus seis años de existencia. Si en los anteriores sus discos estaban basados en obras literatas, para esta como idea principal toman la expedición alemana al pico Eiger, una gesta que el sistema propagandístico nazi trataba de vender como éxito del sistema que trataban de exportar al viejo continente, pero que como este tuvo un fatal desenlace que condujo al nazismo al más absoluto fracaso. Al trío suizo lo podemos encuadrar dentro del denominado Black Metal Atmosférico (no sé que pensará de ello el primo meteorólogo de Rajoy). Lo que más me ha llamado la atención de este fantástico “Eiger” es el trabajo de guitarras. Si el tratamiento de la batería (ración de blast beats incluida) y de la voz se ajusta a los conceptos del Black Metal más crudo, orgánico o clásico si preferís el adjetivo, es precisamente las guitarras tanto en su concepción más gruesa como con la inclusión de acústicas. Uno de mis discos preferidos -y hay unos cuantos- dentro del Black Metal este año.
Schammasch - The Maldoror: Old Ocean (2024)
Otra banda suiza que nos planta frente al rostro un disco sencillamente abrumador. Desde la magnífica ejecución de esa majestuosa pieza inicial, “Crystal waves” una epopeya de 13 minutos con elementos progresivos, momentos intensos, voces limpias y oscuras y una atmosfera marcial. La ambientación épica que rodea al disco, desde las connotaciones clásicas de la instrumental “A somber Mystery”, el descenso a los infiernos de ”Your waters are bitter” que partiendo de una parte inicial donde se dejan entrever ecos del epic doom con esos coros, va tornándose árida, retorciéndose sobre si misma en un halo de maldad y oscuridad. Elementos folk también tienen cabida en Schammash, produciendo intranquilidad a través de la atmósfera creada antes de romper con riffs omnipresentes que provoca desazón sin necesidad de una furia excesiva y el tratamiento vocal no tan agudas como suele ser norma general en el Black metal que no dudan en alternar con otras limpias. Canciones largas, desarrolladas a conciencia, para un disco que te atenaza desde el primer acorde y crea un intrigante mundo de épica y frialdad.
Vorga - Beyond the palest star (2024)
Siguiendo en el centro de Europa, los alemanes Vorga nos seducen para viajar por los oscuros recovecos del espacio infinito en este su segundo disco, abriendo las puertas de su música a la ciencia ficción con una banda sonora de Black Metal melódico, capaz de construir pasajes agresivos pero que quizás lo que consigue que nos fijemos en su trabajo, además por supuesto de una magnífica ejecución, es cuando se ralentizan, profundizan en los aspectos atmosféricos, en la multitud de cambios de ritmos para enriquecer la estructura de unas canciones que se cuelan de manera perceptible, incluso para quien no esté avezado a pasear por el filo de la navaja que representa el Black Metal en cualquiera de sus concepciones. Mi impresión al embarcarme en este viaje más alla de la estrella más palida es dejarme llevar por una sensación cinematográfica, una constante banda sonora.
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