Matt Sinner -quien por cierto ha decidido poner punto y final a su banda Sinner, un grupo que seguramente no ha tenido toda la fortuna que ha merecido- y Ralph Scheepers merecen el reconocimiento del mundo del Metal con todos los honores. Han pervivido al paso del tiempo desde que en los 90 el vocalista finiquitase su relación con Kai Hansen, y por encima de dimes y diretes, han creido a pies juntillas en su fórmula de Heavy Metal poderoso deudor de los Judas Priest más agresivos, fuese cual fuese el viento que soplaba en ese momento sin importarles que otros llegados después les adelantasen, porque mientras alguno caiaen picado, Primal Fear se mantiene como seña de buen hacer.
Su nuevo disco, “Domination”, no iba a ser menos. Sabes de sobra lo que te vas a encontrar en el disco, puro Heavy Metal con alguna influencia de Power Metal perceptible. Y es que son 25 años ya. Con Magnus Karlsson, y nuevos miembros en la banda, Thalìa Bellazecca y André Hilgers que se ajustan como un guante a lo que Matt y Ralph quieren y a lo que los fans requieren. Canciones poderosas, riff que comandan, una base rítmica contundente y la siempre portentosa garganta de Scheepers construyendo temas hímnicos como por ejemplo “I am the primal fear” o “Destroyer”.
“Domination” es una declaración de guerra y a la vez de amor por el Heavy Metal, una declaración jurada de constancia, de honradez y de destreza porque estos musicos son capaces de componer ese tipo de canciones que penetran por tus oídos y llegan a tu espina dorsal para electrificarla, canciones para alzar el puño y cantar a pleno pulmon como ofrenda a los dioses del metal. Mención aparte merece Ralph Scheeper cuya voz sigue siendo un arma poderosa capaz de afrontar con éxito tanto las partes mas agresivas como las más melodicas, claro ejemplo es “Tears of fire” donde ambas se dan la mano. Primal Fear es una de esas bandas necesarias para que la historia del Heavy Metal siga recorriendo su camino.
Por su parte, los suecos Sabaton se reafirmaron hace tiempo como banda de primera línea dentro del Heavy Metal, auténticos narradores de viejas batallas cuentan con la épica de sus canciones como ingrediente fundamental a la hora de relatar el dramatismo de la batalla. “Legends” es su nuevo disco de estudio, 11 canciones y 45 minutos donde Sabaton recrean pasajes historicos que se han convertido en mitos. La fórmula es la ya conocida, esa marcialidad tan marcada en la manera de cantar de Joakim Brodén, arreglos, riffs y en esta ocasión incluso encontramos algun coqueteo con la electrónica a lo Beasts in Black.
¿Es un buen disco “Legends”?. Seguramente si hacemos una apreciación general, “Legends” consiga algo más que un aprobado pero en ningún caso por mi parte una nota alta, y es que la sensación que me transmiten las canciones es de una endémica falta de fuerza, de músculo primario tan necesario en el Heavy Metal a fin de cuentas. Cierto es que podemos encontrar muchos detalles en el disco, solos de guitarra melódicos que entran a la primera, toda la parafernalia coral precisa para dotar las canciones de grandilocuencia como mandan los cánones del Power Metal pero…
No quiero que quede solo la percepción de la desilusión como resumen de las sensaciones que me transmite “Legend” pero a pesar de haberlo escuchado en distintas ocasiones y situaciones, sigo añorando esa fuerza intrínseca con la que Sabaton ya han demostrado anteriormente saber dotar a sus canciones, que tan solo sale a la luz en “Maid of steel” donde aceleran su sonido y fabrican un estribillo a la par melódico y poderoso cercano al viejo Speed Metal pero siempre con la característica forma de afrontar las estrofas de Joakim. “Legends” va a volver a colocar a Sabaton en nuestros oídos pero esta vez, al menos yo, que como siempre cuando hablamos de música la cosa va por barrios, rememoraré antiguas batallas anteriores.


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