CRISIS Y CASTIGO

Desde casi el principio de los tiempos, la musica ha servido como vehiculo para que sacerdotes, hechiceros y brujos se comunicasen con el mas alla, con sus Dioses, espiritus y otros entes, o ha servido para obtener buenos augurios en las batallas y adorar a los vencedores. Por eso la musica siempre ha tenido tambien su lado maldito, pero no esas cruzadas que ciclicamente realizan mentes estrechas que prefieren revolcarse en su ignorancia y atacar aquello que no entienden o con lo que no comulgan, sino autenticas maldiciones.

Hay piezas musicales que se han ganado el sobrenombre de malditas por hechos constatables.

Una de las mas conocidas, es la opera "La forza del destino" de Verdi.

Esta obra conocida como la "opera del mal augurio" o "quella che non si pue dire" (la que no se puede nombrar), carga a sus espaldas con una serie de curiosos acontecimientos. Al fracaso de su estreno y al tener que hacer cambios en el libreto, se une entre otras cosas el incendio de un teatro en medio de una representacion. Pero lo que termino de calificarla de maldita, aquella que no se puede nombrar, ocurrio el 4 de marzo de 1960, cuando el famoso baritono Leonard Warren fallecia mientras interpretaba esta opera sobre las tablas del Metropolitan Opera House de New York. ¿Curioso no?.


A veces son los musicos los que se sienten malditos, porque no hay mayor maldicion que compartir mesa con la mala suerte o terminar siendo pasto del olvido. Y un poco de maldito tiene Miguel Oñate, o como minimo, su historia no deja de ser curiosa.

Nacido en Madrid en 1955, su primera banda con cierto nombre fue Trafalgar en 1981. Al año siguiente, Salvador Dominguez le ofrece ser el vocalista de Banzai, pero Miguel lo rechaza. Meses mas tarde, pasaria a formar parte de una de las bandas fundamentales de la historia del rock español.

Asfalto ya se habian convertido en un referente de la escena rockera nacional, temas como "Dias de Escuela" o "Capitan Trueno" eran ya himnos de un emergente rock en castellano, donde el mensaje de sus letras junto a la calidad de su musica les colocaba un paso por delante de coetaneos como Topo o Bloque.

Era 1982, y el hard rock y el heavy metal comenzaban a reclamar su sitio entre la musica de la calle, los hermanos De Castro, habian abandonado Coz y se enfilaban como lideres del nuevo sonido con Baron Rojo, en unos dias donde la creatividad salia a borbotones. Asfalto no querian perder comba, y sabian que debian de adaptar su sonido a lo que los tiempos pedian, asi que decidieron reclutar un vocalista con un timbre mas rockero, y el elegido fue Miguel Oñate.

















En noviembre de 1982, ya con Oñate a la voz, Asfalto editan "Mas que una intencion", un disco con un sonido mas potente, mas rockero en el que las letras siguen teniendo una gran importancia. La integracion de Miguel es plena, e incluso escribe "La paz es verde", uno de los temas insignia de este album.

Las cosas van viento en popa, y en 1984 editan "Cronophobia", al que Miguel aporta "Fente al espejo", "Contrareloj", "Buffalo Vil" y el single "Nada, nadie, nunca".

Pero todo se acaba, y decide abandonar a Julio Castejon en 1985 para emprender nuevos proyectos.

En 1986 se fundaba en Madrid la academa musical, La Factoria, el famoso Rockservatorio, donde Miguel comienza a dar clases a jovenes aspirantes a vocalistas de rock. De los tiempos de Asfalto conserva una gran amistad con Guni, y junto a este y Javier Esteve, se aventura en un proyecto de R&B llamado Onix, pero no consiguen despegar.

Mas tarde junto al bateria Alfredo Gonzalo y el guitarrista Pepe Martin, compañero suyo en Trafalgar formaria Ganimedes, que pronto pasaria a llamarse El Club, por donde desfilarian clasicos de la escena rockera como Cacho Casal (Topo) o Fernando Sanchez (Obus).

Los años pasaban, pero Miguel no conseguia que su carrera despegase, llegaba el cambio de decada y los grandes de los 80 ya solo eran un recuerdo en el mejor de los casos, solo Baron Rojo, Obus, Barricada y algunos mas lograban sobrevivir al fin de la decada. Grandes bandas como Topo, Bloque, Casablanca, Sobredosis, Triton, Leño........... por un motivo u otro dejaban de existir.



















Pero a Miguel y a El Club, parece que la entrada en los 90 les va a traer nuevos aires. Contrato con la discografica Espectacular, todo preparada para lanzar un nuevo LP, que al final quedaria en un single, "Piel de Te" y "Pitando" como cara B. Fue tal la decepcion, que tanto Miguel como Guni, exigieron la carta de libertad, con lo que volvian a estar como al principio.

Tras un tiempo en el que parece estar fuera del ambiente rockero, en 1996 comienza a aparecer por locales de la capital, bien en solitario con su guitarra o con musicos de bandas locales, y a dar conciertos, que atraen el interes de la gente. Yo tuve la fortuna de verle un par de veces, y salias del local con la satisfaccion de comprobar como Miguel seguia siendo una de las mejores voces del pais. En aquellos dias, grabo algunas demos, casi imposibles de conseguir, si llegabas un poco tarde a sus conciertos. Asi estuvo hasta 2006.

En 2007, al fin vuelve a grabar, 23 años despues, volvia a sacar un disco a la calle, con un titulo que refejaba muy bien su contenido "Muy personal", un disco, que volvia al menos a colocarle dentro del circuito rockero del pais, y que le daba animos para seguir tocando en directo y mostrando su valia. En este disco colaboraban muchos de sus amigos como Jose Luis Jimenez y Lele Laina -Asfalto/Topo-, Juan Jimenez -Pekenikes-, Luis Cruz -Topo-...... un album del rock mas clasico de manos de un gran cantautor.


Este 2010, nos trae un nuevo disco de Miguel Oñate, donde junto a Jesus Utande al bajo, Javier Bermejo a la guitarra y Juan Barroso a la bateria nos presenta 9 temas que demuestran que sigue estando en un gran momento de forma.

Colaboraciones de Guni, de Lourdes del Pino, vocalista de Delirium, que canta junto a Miguel uno de los mejores temas del disco, el hard rockero "Adivinos", recuerdos de los mejores Asfalto en el "reposo del guerrero", puro rock and roll en "Crisis", "El diablo sobre ruedas" y "Pura filosofia", con un sonido muy clasico, en este disco a veces me viene a la cabeza los mejores momentos de Miguel Rios.















Un gran disco, con letras muy inteligentes de un musico al que nunca ha acompañado la suerte, pero que nunca le ha faltado oficio y constancia. Posiblemente la situacion de Miguel no cambie demasiado, y pase desapercibido entre muchos de los seguidores del rock, pero sinceramente, a estas alturas no creo que a Miguel le importe demasiado. Lastima que en este pais, no seamos capaces de tener y valorar a nuestros Tom Petty o John Mellecamp, ese tipo de viejos rockeros que siempre son capaces de ponerte la piel de gallina y el corazon en un puño, con su musica y sus letras. Sirva esto como mi humilde homenaje, al para mi -fan confeso y absoluto de Asfalto-, uno de los mejores vocalistas del rock nacional.