THE OUTLAWS.....IT'S ABOUT PRIDE

El otro dia, Joanboat Jones y Elvis D, de Hogjaw, me confirmaban algo que tenia bastante claro, que existe una escena fuerte actualmente en el rock sureño, mas allá de listas de éxitos o ventas, la proliferación de bandas de nuevo cuño, algunas con un nivel asombroso, como los propios Hogjaw, y que los grandes nombres del género, se sigan manteniendo con un nivel mucho mas que digno, deja claro que ese sabor a rebeldia y bourbon que destila esta música, conecta con ese cowboy que muchos tenemos dentro, que necesita muchas veces hablar de cosas que te unen a los tuyos, a tu forma de vida, que a fin de cuentas es lo que cuentan las canciones de southern rock.

Con Lynyrd Skynyrd llevando sus canciones por todo el mundo, con Molly Hatchet que siguen indestructibles desde el primer dia y muchos mas dejando bien alto el pabellón sureño, es una gran noticia tener ya en las manos el nuevo disco de The Outlaws, otros que llevan desde final de los sesenta sin desfallecer, y que en este nuevo disco, hacen toda una declaración de principios, "It's about pride". De los Outlaws originales, solo quedan en la banda Henry Paul y Monte Yoho. Les acompañan el guitarrista Chris Anderson, que ya estuvo en la banda en los 80 y volvió en la reunión de 2005, y que en su curriculum atesora a gente como Dickey Betts o Warren Hayne. También a la guitarra, Billy Crain, que ha tocado en Dixie Chicks, Poco o la Henry Paul Band.

El bajista Randy Threet, que también se incorporó a la banda en 2005 y Dave Robbins voz y teclados, siguen llevando la mejor esencia de la banda por los escenarios, que cuentan las crónicas que están en un estado de forma increible, y podeis estar seguro, que este nuevo disco es la prueba mas palpable de dicha afirmación. Desde ese fabuloso inicio vocal de "Tomorrow's another night", con ese aroma country rock que impregna a la banda y un estribillo pletórico de melodias. El sonido de las guitarras es fabuloso, como muestra el inicio de "Hidin'out in Tennessee", una canción perfecta para sacar el brazo por la ventanilla del coche y desafiar al sol de verano, mientras ajustas el espejo retrovisor para colocarte las gafas de sol.

Es cuestión de orgullo, y estos tios tienen de sobra, al igual que sapiencia, como demuestra el tema título, uno de esos medios tiempos tan intensos que solo las grandes bandas de southern rock son capaces de dejarnos como legado, y que cuenta con un solo de guitarra simplemente acojonante, de esos que van subiendo en intensidad hasta dejarte con la boca abierta. "Born to be bad" tiene esas guitarras que echan fuego, ese ritmo que no te deja parar de moverte ni un solo segundo. "Last ghost town" desprende sinceridad por los cuatro costados.

"Nothin' main about main street" y sus guitarras acústicas te anuncia que llega hora de meterse en la piel de estos fuera de la ley, y trasladarse a su Tampa natal, para sentir aquellas historias de donde vienen. Ecos latinos (aunque lejanos) suenan en "Flame", un tema directo, rápido y con marcado acento rockero, sobre todo en las guitarras. "Trail of tears" te vuelve a transportar a cualquier carretera castigada por el sol, mientras Anderson y Crain hacen arder aun mas este caluroso tiempo. ¿Donde quereis ir" "Right where I belong" es la respuesta, riffs marcados y mucha melodia junto a un fabuloso estribillo. 

"Alex´s song" suena a rock mas convencional a la vez que íntima y personal. "Trouble rides a fast horse" vuelve a ese sonido mas majestuoso, con una base rítmica fenomenal, bordeando la frontera. Cierra esta demostración de orgullo, "So long" con sus acústicas y sus coros, en un medio tiempo que evoca sonidos clásicos del rock, que me recuerda por igual a The Eagles que a Kansas, en la melodia vocal. The Outlaws siguen vivos, muy vivos desde que volvieran a reunirse en 2005, y teniendo en cuenta que las críticas de sus directos son muy buenas y facturando discos como estos, tenemos viejas glorias para rato, acompañando a los forajidos de nuevo cuño.