LYCOSA TARANTULA - QUE NADIE SE ESCONDA

Que dificil es sacar los pies del tiesto, pero mas dificil aun es sacarlos con coherencia. No me gusta el termino rock alternativo, lo he repetido por activa y por pasiva. Me parece excesivamente pretencioso y exclusivo, teniendo en cuenta, que cuando te echas al oido bandas que adoptan dicho término por bandera, la primera pregunta que pasa por mi cabeza, es aquello de ¿donde está la alternativa? ¿y  a que?.  Supongo que para ser una alternativa confirmada a lo existente, tu propuesta debe ser diferente, no agrupada dentro de un ente que se autoproclama a si mismo único y autocomplaciente. Prefiero aquellas bandas que no temen a mostrar sus cartas, a dejar evidentes que han bebido de todas aquellas fuentes donde les han a dado a probar, y que han conseguido hacer un cocktel lo suficientemente personal, para que ese mensaje recibido forme parte de su forma de ser.

Pero ojo, que esto es complicado, y mucho, no nos dejemos engañar. Aun así, siguen saliendo bandas, cuya música, bañada de multitud de rasgos que se forman en tu cabeza, aunque no seas totalmente capaz de identificar con nombres y apellidos, son capaces de transformar todo ello en un mundo sonoro del que es dificil escapar, primero porque te atrapa cual tela de araña, y segundo, porque no deseas hacerlo, una vez que buceas entre sus atmósferas. Y ese es el caso de los asturianos, Lycosa Tarantula, una de esas bandas, que cuando pinchas sus canciones, comprendes casi de inmediato, que son especiales, que llevan algo intríseco capaz de darles la capacidad de dar un paso mas allá.

 

Como explicar lo que te vas a encontrar en este "Que nadie se esconda". Un mundo paralelo, en el que conviven radiaciones de Porcupine Tree, de Radiohead, de Sober, de Pink Floyd........... de todos aquellos que nunca han temido a experimentar, a saltarse las reglas.  Comienzan muy fuertes, muy guitarreros con "Virtual", ¿Recordais al Fantástico Hombre Bala?, no se por que, pero se ha paseado su sombra por mi mente. Preciosos apergios en contrapunto a la agresividad del tema anterior, es lo que nos encontramos en "Microcóspico", que te atrapa lentamente en su tela de araña, con suavidad y el peligro que ello conlleva. De nuevo guitarras chirriantes en "Combustible" y ese bajo prominente, que planea dentro de los sonidos mas en boga en los 90. 

"El primer intento" saca a relucir acústicas y el lado mas accesible de la banda, con una melodia a la que el público fuera del rock, no le costaria rendirse ante ella. "La inyección" tiene esas guitarras deudoras de ese metal proveniente de Sober. Sigue la dinámica de tema poderoso/tema mas relajado, esta vez la segunda opción viene de la mano de "Pirámide", aunque no sea del todo cierto, porque va intercalando guitarrazos abrasivos junto a esas melodias que cruzan hacia la pérfida Albión. "El estupido gesto" es uno de mis temas favoritos del disco, con muchisima fuerza y tintes psicodélicos.

 "Escombro y soledad" saca a relucir la faceta mas pop de la banda, y luego le poneis el apellido que querais. Uno de esos temas que hay que escuchar con atención especial es "Laberintos de la razón", chispas del prog mas actual. "Brújulas" vuelve a perderse en un mar de sensaciones que mezclan calma y desasosiego en forma de guitarras potentes. El encargado de cerrar este disco es "No tengas miedo a los disparos", con las guitarras mas gruesas del todo disco, distorsionado a veces, ecléctico otras, pone punto final al disco de Lycosa Tarantula.

Sin lugar a dudas, estos asturianos han acometido la senda prometida, y solo hay que esperar que el tiempo y los oidos de la gente hagan justicia con este trabajo. No es un disco sencillo ni facil, pero si agradable y aspero a la vez, tan lleno de emociones como de grandes canciones. Otro nombre a tener en cuenta dentro del universo rockero y de aquellos que no temen apuntarse a la demolición de las fronteras y los cánones establecidos.