THE DRY MOUTHS - 2 MONTHS-
Hace unos días, publicaba en RTBM la reseña sobre lo último de una de esas bandas cuya música me ha conquistado, los almerienses The Dry Mouth. Por supuesto, no podía faltar en este antro de decadencia.
Si el otro día hablaba de la necesidad que tiene uno a veces de buscar refugio en aquello que conoce, que le hace sentir seguro, de pertenecer al grupo, otras esa misma necesidad se complementa con la de dar un par de pasos adelante, asomarte al precipicio, otear el horizonte y preguntarte, sin esa lluvia que parece llegar, realmente debe hacerte buscar resguardo o dejarte empapar por ella. La mayor magia que encierra la música, es su capacidad para provocar distintas sensaciones en las personas, para convertirse en una estación de autobuses, donde cada cual monta en el que le conviene, ya sea con idea fija del destino, o con la duda de no saber cual será tu destino, porque compartes varias metas. Esta vez voy a subir a aquel que me lleve a tierras áridas y desérticas en forma de sonido acumulado. Mi billete lleva grabado el nombre de Almería, donde entre su historia teñida de tantas películas del far west que todos disfrutamos, también se hace un hueco en mi consciencia, gracias a esa mezcla tormentosa de arenoso stoner e influencias de aquel rock que buscó sacudir cimientos en los 90.
Si el otro día hablaba de la necesidad que tiene uno a veces de buscar refugio en aquello que conoce, que le hace sentir seguro, de pertenecer al grupo, otras esa misma necesidad se complementa con la de dar un par de pasos adelante, asomarte al precipicio, otear el horizonte y preguntarte, sin esa lluvia que parece llegar, realmente debe hacerte buscar resguardo o dejarte empapar por ella. La mayor magia que encierra la música, es su capacidad para provocar distintas sensaciones en las personas, para convertirse en una estación de autobuses, donde cada cual monta en el que le conviene, ya sea con idea fija del destino, o con la duda de no saber cual será tu destino, porque compartes varias metas. Esta vez voy a subir a aquel que me lleve a tierras áridas y desérticas en forma de sonido acumulado. Mi billete lleva grabado el nombre de Almería, donde entre su historia teñida de tantas películas del far west que todos disfrutamos, también se hace un hueco en mi consciencia, gracias a esa mezcla tormentosa de arenoso stoner e influencias de aquel rock que buscó sacudir cimientos en los 90.
Desde su anterior "And show us" me confieso fan irredento de The Dry Mouths, no me duelen prendas en mostrar mis preferencias por ciertas bandas, porque se lo han ganado con sus canciones, y eso se merece un reino, aquí no hay medias tintas ni concienzudas exploraciones, mi registro se basa en un básico y sencillo, me gusta o no me gusta, me emociona o me aburre, me hace escucharlo sin parar, o cambiar de disco a la tercera canción. No pretendáis que le de mas vueltas, porque me niego a hacerlo. The Dry Mouhts presentan este ep de preciosa portada en vinilo, con su correspondiente cd. 5 canciones en las que siguen demostrando que lo suyo es ir por libre, acumulando historias que le gustan y dándole su peculiar toque, sin importarles si hay un hueco predestinado a su música entre los gustos masivos.
Las cosas claras y por su nombre, así que "Tour- P2" ya te avisa de lo que se te viene encima, esa base contundente, pesada, mientras en las melodías se cuelan recuerdos de los noventa, de lo que vino de Seattle y de otras partes menos nombradas. "Tea Pex" os hará retroceder varias décadas, e incluso sacar a la palestra el fantasma de Cobain o de los mejores Smashing Pumpkins. "Party & son" arrastra unos riffs más rockeros, al igual que todo el clima que la envuelve. "Cold mind", es directa, avasallando, con un muy buen juego de voces y ese ataque frontal en el que guitarras y voz de acorralan contra la pared. Para cerrar, un tema instrumental, "Intromental I into mental IV", donde se va cociendo una pócima a base de post rock, momentos psicodélicos, una batería amenazante y unos riffs metálicos, que desatan la tormenta. The Dry Mouths han vuelto a hacerlo, siguen siendo una de mis bandas favoritas, y han perdido definitivamente el miedo a cualquier atadura.
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