ESTIBALIZ - 600 kms

¿Qué es realmente la distancia?. ¿Qué significado acaba teniendo?. La vida marcada como una línea tirada entre dos puntos de un mapa. Una recta reflejada en visos de realidad. 600 kilómetros es la distancia que separa Cádiz de Madrid. Distancia que conozco muy bien porque durante una época de mi vida la cubrí con bastante regularidad. A veces en mi coche. Otras en tren. La gran mayoría de las veces acurrucado en el asiento de un autobús que tardaba una eternidad en cruzar Despeñaperros y cuya monotonía combatía intentando viajar de noche y apoyarme en un libro y el por aquel entonces inseparable discman. Deseando hacer la parada de rigor en Guarroman -más temprana cuando el punto de origen era el Sur del Sur, más lejana si lo era el Centro del Centro- para echar un cigarro -otro vicio que dejé atrás hace ya diez años- y estirar las piernas. 600 kms que deparan vivencias y recuerdos de una vida, de gente que me traje en el corazón porque no me cabían en la maleta pero que aún así perviviran para siempre en mi memoria. A otros los borré cuando me di cuenta que no merecían la pena. Afortunadamente son los menos. Los que envuelvo en cariño, los más.

"600 kms" es el título de este disco de Estibaliz. La distancia que separa su Cádiz natal del Madrid donde ahora está afincada. Estibaliz se mueve entre la dulzura y la fuerza de su voz para dar vida a unos temas en los que el pop y el rock se abrazan intentando demolir un límite que pueda alejar a uno del otro. La voz de Estibaliz es la gran protagonista de estos "600 kms" pero no puedo dejar de perderme en la perfecta construcción musical de estas canciones que ponen en bandeja el lucimiento de la vocalista. Canciones intimistas como "La tregua" donde el piano es simplemente maravilloso al igual que en la que le precede, "Solo espero" adornada con unos solos de guitarra excelentes. "Fuego" es  rock and roll, con la guitarra en primer plano, peleona, furiosa pero sin estridencias no necesarias y un estribillo ideal para el directo. Vuelve la calma capitaneada por el piano para ofrecernos "Silencio". 


Puede que "La bandera" sea una de las canciones más destacadas de este disco. Sonidos americanos y una demostración vocal perfecta adornada por una guitarra que va dejando constancia de su presencia. Una canción que a ratos me recuerda a Aurora Beltrán. "Perdóname" presume de aires soul e incluso funk, un rollo a lo Sole Gimenez (Presuntos Implicados). Demostración vocal de Estibaliz en la balada "Si supiste amar" en la que se hace totalmente con la canción convirtiéndose en imán del que no es fácil despegar. "Ni blanco ni negro" recupera ese ritmo bailable, sin despegarse del pop aporta elementos soul. "Miedos" se refugia en ese tono intimista que dicho de paso tan bien se le da a la vocalista. "Tu nombre" pone punto final al disco. Muy buen trabajo de Estibaliz.

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