ALICE COOPER-SANTIAGO DE COMPOSTELA
Mr Vincent Furnier, mas conocido como Alice Cooper, incombustible rockero, que lleva ya varias decadas dejando en estado de shock a varias generaciones, ha pasado por nuestro pais con su maquinaria de directo. Bergidum estuvo en Santiago de Compostela, en peregrinacion para rendir homenaje al apostol Alice, y aqui nos lo cuenta:
Después de pasarme toda la semana consultando la página del tiempo que amenazaba una ola polar de esas que te dejan helado, el sábado después de comer cogíamos el coche para recorrer los 190 Km que nos separan de Santiago de Compostela, y realizar nuestra particular peregrinación para ver al santo.
Pero nuestra intención no era ir a ver al santo patrón de Compostela sino al incombustible pervertor de tantas y tantas generación de inocentes y confiados adolescentes a lo largo de todo el mundo.
Después de hacer cuatro intentos para pasar mi vieja Kodak por seguridad, porque aunque sea una compacta se parece (a menor escala) a una semiprofesional, ingresamos en el pabellón Fontes do Sar con el tiempo justo de comprar un cachi de cerveza y ver a los teloneros Atlas que empezaron su repertorio sobre las 20:20 horas (la aperturas de puertas fue a las 20h).
El concierto de 45 minutos que nos dio Atlas constató su gran calidad, haciendo un repaso a sus dos discos, no defraudando en su función de calentar y animar al público para el gran Alice, dejando constancia que el rock duro goza de una gran salud en España.
Con una puntualidad casi británica a las 22:00 horas sonó la campana de la clásica “School's Out” coreada desde el primer momento por el público, lo que me hizo pensar que el domingo estaría afónico. A esta le siguió sin darnos tiempo a respirar “No More Mr. Nice Guy” y “I´m Eighteen” en las que Alice nos pedía ayuda con los coros.
Para darnos un respiro después de “I´m Eighteen” empezó el teatro ensartando a un miembro del equipo con un pie de micrófono y ganándose que le pusieran una camisa de fuerza. Entre tanto se fueron desgranando “Wicked young man”, “Ballad of Dwight Fry”, “Go to hell”, “Cold ethyl”, “Poison” en donde hizo vibrar al público más joven, “From the inside”, “Nurse Rozetta”, “Be my lover”, “Only women bleed”, “I never cry”, “Black widow” y “Vengeance is mine”.
Entre canción y canción Alice nos dio lo que fuimos a ver y esto era mucho teatro. A él lo mataron cuatro veces: decapitado, envenenado con una peazo aguja, colgado y ensartado, y él se cargó unas cuantas a la actriz que llevaba: vestida de miembro del equipo, de enfermera y de puta.
El concierto siguió con “Dirty diamonds” en donde se dedicó a tirar collares a la peña y “Billion dollar babies” en donde tiró billetes y decapitó al pobre bebé de turno, siguiendo con “Killer”, “I Love de dead”, “Fead my Frankenstein” con la aparición del ciclope gigante y la “Under my wheels” que nos hizo vibrar y corear a todos los presentes.
Después de desaparecer unos minutos y dejarnos con su banda, Alice hace acto de presencia vestido con un traje metalizado con sombrero y chaqueta de frac y para goce del personal una camiseta con la cruz de Compostela para acabar la velada con “Elected” y “School´s out” y como no puede haber una buena fiesta sin globos ni confeti nos tiraron globos gigantes llenos de confeti para devolvérselos a Alice que provisto de una espada los iba explotando.
En cuanto a la banda no dejo de tocar un solo momento desde que abrieron el concierto. Mención especial para el guitarrista Keri Kelli, aunque el resto de la banda Jimmy de Grasso a la batería, Damon Johnson a la guitarra y Chuck Garrick al bajo no se quedaron atrás, dándonos un grandioso recital de calidad y profesionalidad, aunque a estas alturas ya deben de tener el culo pelado de tantos recitales.
En resumen, vivimos un gran concierto a la americana, totalmente milimetrado con una duración de hora y media en el que Alice Cooper hizo un repaso a su carrera centrándose en los años 70 y 80 (para mi goce) y en el que no dejó en el tintero ningún elemento de su attrezzo terrorífico.
En hora y media amortizamos con creces los 30 euros de la entrada ya que un gran showman como Alice nos hizo vibrar moviéndose de un lado a otro del escenario como en un ritual (izquierda, centro, derecha). Eso si que es democracia, todos pagamos, así que todos tenemos el derecho de verlo bien cerquita.
En definitiva, vivimos una gran fiesta del rock profesional al 100%, que por cierto nos pudimos llevar a casa enlatada en un USB ya que se vendía el concierto a la salida por la módica cantidad de 20 euros.
Pero nuestra intención no era ir a ver al santo patrón de Compostela sino al incombustible pervertor de tantas y tantas generación de inocentes y confiados adolescentes a lo largo de todo el mundo.
Después de hacer cuatro intentos para pasar mi vieja Kodak por seguridad, porque aunque sea una compacta se parece (a menor escala) a una semiprofesional, ingresamos en el pabellón Fontes do Sar con el tiempo justo de comprar un cachi de cerveza y ver a los teloneros Atlas que empezaron su repertorio sobre las 20:20 horas (la aperturas de puertas fue a las 20h).
El concierto de 45 minutos que nos dio Atlas constató su gran calidad, haciendo un repaso a sus dos discos, no defraudando en su función de calentar y animar al público para el gran Alice, dejando constancia que el rock duro goza de una gran salud en España.
Con una puntualidad casi británica a las 22:00 horas sonó la campana de la clásica “School's Out” coreada desde el primer momento por el público, lo que me hizo pensar que el domingo estaría afónico. A esta le siguió sin darnos tiempo a respirar “No More Mr. Nice Guy” y “I´m Eighteen” en las que Alice nos pedía ayuda con los coros.
Para darnos un respiro después de “I´m Eighteen” empezó el teatro ensartando a un miembro del equipo con un pie de micrófono y ganándose que le pusieran una camisa de fuerza. Entre tanto se fueron desgranando “Wicked young man”, “Ballad of Dwight Fry”, “Go to hell”, “Cold ethyl”, “Poison” en donde hizo vibrar al público más joven, “From the inside”, “Nurse Rozetta”, “Be my lover”, “Only women bleed”, “I never cry”, “Black widow” y “Vengeance is mine”.
Entre canción y canción Alice nos dio lo que fuimos a ver y esto era mucho teatro. A él lo mataron cuatro veces: decapitado, envenenado con una peazo aguja, colgado y ensartado, y él se cargó unas cuantas a la actriz que llevaba: vestida de miembro del equipo, de enfermera y de puta.
El concierto siguió con “Dirty diamonds” en donde se dedicó a tirar collares a la peña y “Billion dollar babies” en donde tiró billetes y decapitó al pobre bebé de turno, siguiendo con “Killer”, “I Love de dead”, “Fead my Frankenstein” con la aparición del ciclope gigante y la “Under my wheels” que nos hizo vibrar y corear a todos los presentes.
Después de desaparecer unos minutos y dejarnos con su banda, Alice hace acto de presencia vestido con un traje metalizado con sombrero y chaqueta de frac y para goce del personal una camiseta con la cruz de Compostela para acabar la velada con “Elected” y “School´s out” y como no puede haber una buena fiesta sin globos ni confeti nos tiraron globos gigantes llenos de confeti para devolvérselos a Alice que provisto de una espada los iba explotando.
En cuanto a la banda no dejo de tocar un solo momento desde que abrieron el concierto. Mención especial para el guitarrista Keri Kelli, aunque el resto de la banda Jimmy de Grasso a la batería, Damon Johnson a la guitarra y Chuck Garrick al bajo no se quedaron atrás, dándonos un grandioso recital de calidad y profesionalidad, aunque a estas alturas ya deben de tener el culo pelado de tantos recitales.
En resumen, vivimos un gran concierto a la americana, totalmente milimetrado con una duración de hora y media en el que Alice Cooper hizo un repaso a su carrera centrándose en los años 70 y 80 (para mi goce) y en el que no dejó en el tintero ningún elemento de su attrezzo terrorífico.
En hora y media amortizamos con creces los 30 euros de la entrada ya que un gran showman como Alice nos hizo vibrar moviéndose de un lado a otro del escenario como en un ritual (izquierda, centro, derecha). Eso si que es democracia, todos pagamos, así que todos tenemos el derecho de verlo bien cerquita.
En definitiva, vivimos una gran fiesta del rock profesional al 100%, que por cierto nos pudimos llevar a casa enlatada en un USB ya que se vendía el concierto a la salida por la módica cantidad de 20 euros.
Fotos y Texto by Bergidum.
Comentarios
Grandioso Alice Cooper.
Salud.
me alegro que disfrutaras! Doy fe lo de paulamule, estabamos en el azkena como locos, por pillar alguna chuche de Alicia,Pillé unos dolares con su cara!
un abrazo
Rock On!
Alice un valor seguro, sin duda!
GRAN CRÓNICA.
sALUDOS.
Que raro suena eso de vender el concierto a la salida, joder, menudo negocio.
Gracias por tus palabras Nort.
¡Saludos!