TRIANA " EL PATIO"

El pasado lunes celebrábamos el Día de Andalucía, aunque personalmente, siempre he pensado que mejor fecha era el 4 de diciembre, rememorando aquel día del 77, en el que todo un pueblo se lanzó a la calle pidiendo lo que le pertenecía, la autonomía por derecho y no por la puerta de atrás como querían darle. Una autonomía disfrazada de libertad, que costó sangre conseguirla. Un cobarde fascista mató de un disparo en Málaga a José Manuel Caparros, mientras izaba la blanca y verde.




Yo no albergo sentimiento nacionalista, más bien me he sentido siempre ciudadano de mis pequeñas cosas y aunque pueda parecer contradictorio, si que tengo un fuerte arraigo por mi tierra y sus costumbres. En casa siempre se respiró un fuerte aire andalucista, pero no tanto como nacionalismo sino como reivindicación de sentirse orgulloso de lo que uno es, de sus raíces, enarbolando la bandera de creer en la identidad de tu pueblo. Pero a la vez, me inculcaron a dejarme rociar por la cultura de los demás, a enriquecer mi identidad, sin perder nunca de vista mis raíces, a ser como mi propia tierra, crisol de culturas, por donde pasaron Fenicios, Romanos, Cartagineses, Árabes............ a sentirme orgulloso de algo tan maravilloso como la mezcla de culturas.

En casa, no se escuchaba rock. Mis padres escuchaban a Rocío Jurado, a Lole y Manuel, a Perales, Aute, Serrat.... imagino que no demasiado diferente de muchos de vosotros. Pero si que había cintas de Triana, así como de Alameda, CAI, Iman........... aunque las que mas solían sonar eran las de Triana.

Cada generación tiene su música aunque esta no tenga fecha de caducidad, y se disfrute en cualquier época, sea la que sea su fecha de nacimiento, no se puede negar, que el mensaje que transmite, no es recibido de la misma manera por una generación u otra. Siempre pongo de ejemplo en mi caso, el disco "En un lugar de la marcha" que Barón Rojo lanzaron en el 85, y yo descubrí con 13 o 14 años. En sus letras hablaba de rebeldía juvenil, de sentirse marginado por la sociedad por el hecho de ser rockero, de apoyarse en el rock. Un mensaje que quizás ahora siga vigente, pero de otra manera. Ya nadie se asusta de ver un chaval con el pelo largo y vestido de negro, los tiempos cambian a mejor (o no). Y con Triana pasa algo parecido. Mi padre siempre me explicaba lo que significó el Rock Andaluz en general y Triana en particular, para todos aquellos que vivieron aquellos convulsos años 70. Me explicaba como Triana representaban todo aquello en lo que creían, sentirse orgullosos de sus raíces, de sus costumbres y llevarlas siempre por delante a la vez que se dejaban acariciar por la brisa que llegaba de otros lugares. Dejarse seducir por otras costumbres y ser capaz de hacer que todo llegase a convivir de tal manera que terminase adquiriendo la capacidad de crear una historia. La de la banda sonora de un pueblo que quería ser libre, que anhelaba dejar atrás la imagen de ferias y panderetas. Un pueblo que soñaba con entrar en el futuro por la puerta grande y no por la puerta de atrás, como se empeñaban aquellos obsesionados en vivir anquilosados en el pasado.

Triana fue capaz de unir ese rock que venía  del extranjero y hacerlo convivir con el flamenco que corría por sus venas. Unir a los poemas de Jesús de la Rosa ese sentimiento capaz de encerrar nuestra música y envolverla con el desarrollo y la fuerza del rock. Triana no son eran grupo de flamenco, Triana no eran un grupo de rock progresivo, Triana iban mucho mas allá. Triana son la expresión de un pueblo, y aunque la música no debe saber de fronteras, banderas o nacionalidades, su significado no termina siendo para todos el mismo.

Podría haber elegido cualquier disco de Jesús de la Rosa, Eduardo Rodríguez y mi paisano Tele Palacios. Quizás con el tiempo vaya hablando de todos y cada uno, pero hoy el cuerpo y el alma me pedían, esa joya que editaron en el 75 llamada "El Patio".

"El patio' fue el primer disco de Triana, y fue lanzado en una época muy complicada. No era sencillo hacer llegar este tipo de música a la gente. Conciertos en salas de aforo reducido y sin mucha publicidad. Discos que pasaban de mano en mano, en reuniones no muy bien vistas por la sociedad establecida en esos días... Todo ello hace de esta grabación un disco de culto. No solo por sus composiciones, también por todo lo que le rodeó.

La voz y la pluma de Jesús de la Rosa son el alma de Triana. Descubrieron el rock progresivo, sus largos desarrollos instrumentales, sus cambios, y quedaron fascinados por él. Y eso es ni mas ni menos este disco, una mezcla de aquel rock progresivo y sinfónico, junto a esa música de la calle, de los barrios, las casapuertas, que es el flamenco.

Un disco lleno de clásicos, que se abre con el himno "Abre la puerta", y su larga introducción. Una preciosa letra de Jesús de la Rosa. "Yo quise subir al cielo para ver/ y bajar hasta el infierno para comprender/qué motivo es/ que nos impide ver/ dentro de tí/ dentro de mí".

La comunión de la guitarra de Eduardo y los teclados de Jesús de la Rosa son los grandes protagonistas de "Luminosa mañana". Tele no se queda atrás con la batería, siendo el colchón imprescindible para el sonido de la banda, aportándole fuerza y ritmo.

"Recuerdo de una noche" tiene más marcado acento "andaluz". Un tema que como pasa con otros de Triana, su melodía es un auténtico manual para todos esos nuevos cantantes de flamenco pop que  buscan dominar las listas. Otro de mis temas favoritos de Triana es "Se de un lugar", un tema que lleva impreso un feeling tremendo,  muy rico musicalmente  y con otra preciosa letra de Jesús de la Rosa.

"Dialogo" es un tema que ofrece de sobremanera la mejor forma de observar la música de Triana. Guitarras flamencas al principio de la canción. La entrada de los teclados envolviendo los apérgios de Eduardo y el corte rockero en la forma de tocar de Tele. Suma unas gotas de jazz y ahí aparece "Diálogo".

Uno de los temas más conocidos de la banda, por su fuerza y sentimiento es "En el lago". Canción referencia junto a "Abre la puerta". "En el lago" es un tema perfecto y no solo musicalmente. Posee esa comercialidad necesaria para convertirlo en un himno y por supuesto una letra digna de mencionar. "No puedo negar que me hizo daño, /que mi corazón huyó de ti. /Has de ser como la mañana /el día que te conocí ". " Creo recordar que por la noche /el pájaro blanco echó a volar /en nuestros corazones y en busca de una estrella fugaz".

Para abandonar este patio, que mejor manera que con la conocida "Todo es de color", tema que ha sido interpretado por muchísima gente, Lole y Manuel entre otros. Una canción que despide con aires primaverales este disco.

Un disco histórico que forma parte de la historia de la música de este país, y que debería estar en ella con letras de oro. Junto a "Hijos del agobio" de 1977 y "Sombra y Luz" de 1979 forman una trilogía sencillamente genial. Supongo que casi todos habréis escuchado hablar de Triana y la gran mayoría conoceréis su música. Para aquellos que os animéis a descubrirla,  dejad que os avise de que la música de Triana no es fácil. Es una música llena de matices, desarrollos instrumentales, cambios y sentimientos. Pero que una vez que te atrapa ya no querrás escapar nunca de El patio y desearás dormir junto a ellos en el lago.