DONNIE MILLER -ONE OF THE BOYS 1989
El otro dia leia en el blog del Dr. R. Perkins, una interesante entrada, sobre lo que significan para la gente que amamos la música las tiendas de discos y las historias que pueden llegar a rodearla. Aqui en El Puerto de Santa Maria, no tenemos ya tiendas de discos, si, afortunados vosotros que hablais de tal o cual local donde acariciar carpetas, porque aqui eso paso a mejor vida. Bueno, está Carrefour, pero ahí me niego a pillar música, al menos para mi.
Estos reyes fuimos al susodicho establecimiento francés, a comprar el último cd de Niña Pastori para regalar, algo en principio, sin ningún tipo de dificultad. Porque entiendo que hayas tiendas de discos, donde no pueda encontrar la música que busco -me pasaba en la ultima que quedó abierta-, que a fin de cuentas, somos cuatro gatos los rockeros, y no van a poder vivir de nuestras compras, pero en este caso, estamos hablando de un artista inmerso en el mainstream patrio.
Lo dicho, llegamos al sitio en cuestión, y pregunto al tipo que andaba por alli: "Perdona, ¿el úlitmo cd de Niña Pastori?", a lo que el tipo me contesta, "Si no me dice el título del disco, no puedo ayudarle". Coño, que no me esperaba alli a los colgados de High Fidelity, pero tampoco que tuviese casi que ponerme yo en su ordenador, a buscar si lo tenian. Igual el raro soy yo, igual el tipo estaba hasta los cojones de gente preguntandole por discos, pero yo también trabajo cara al público y me las trago dobladas muchas veces.
Yo he pasado muchos segundos de mi vida, rebuscando en estantes llenos de discos, haciendo cuentas una y otra vez, porque mi presupuesto, no se ajustaba a todo aquello que queria llevarme. Ahora, practicamente todas las compras, las hago por internet. Es mas facil, sencillo y rápido. Tienes cualquier cosa al alcance de un click, y te lo llevan a la puerta de tu casa, pero........ echo en falta el human touch. Y es que, con los libros, casi me pasa lo mismo. Me acerco a las librerias, y pregunto por algun libro sobre Lynyrd Skynyrd, y me miran con cara rara. Entiendo que ellos viven de vender libros de Zafón, lógico y evidente, que a fin de cuentas es un negocio, al menos, muchas librerias, aun no han perdido el encanto del librero para convertirse en una pura y dura facción del capitalismo.
Hace tiempo, en una libreria me pasaba algo curioso. Fui a preguntar por un libro, y tras dos mil vueltas al ordenata, me dicen, te lo puedo pedir. Yo que veia la pantalla, ví que estaban metidos en La Casa del Libro. Y les pregunto, pero cuanto me va a costar, igual que ahí, a lo que me responden, "hombre no, habrá que meterte gastos", joder, pues para eso ya lo pido yo, y no me molesto en venir hasta aquí. Hecho de menos el human touch, pero no aguanto la cara dura.
Por eso, siempre que voy a algún sitio, ademas de las visitas de rigor a los sitios obligados, siempre me dejo caer por las tiendas de discos, es algo especial, y más cuando no son asepticos negocios, sino cuando se palpa en el ambiente la magia, de esos acordes que descansan en los estantes, esperando ser escuchados.
Trabajé durante un tiempo en una tienda de discos, y reconozco, que aunque me encantaba currar alli, podia rememorar aquello que cantaban Sangre Azul, "aunque soy lo que siempre quise ser, asi no lo soñé", porque le propietario estaba mas interesado en despachar discos de Alejandro Sanz u O.T: -fue la época del boom de la primera edición-. Pero aun asi, recuerdo largas conversaciones con gente que venia a dejarse aconsejar y de la que aprendí muchisimo sobre música, a la misma vez. A gente que pasaba por la puerta y entraba a saludar y charlar un rato de música, aunque ese dia no fuesen a comprar nada -para desesperación del dueño-, a gente que venia a un sitio donde habia discos, porque amaban los discos, y que querian hablar con alguien con su misma pasión, no con un simple dependiente.
Alli, gracias a uno de aquellos amigos -que no clientes, termino que nunca me ha gustado-, descubrí este disco de Donnie Miller, "One of the boys", lanzado en el 89, en pleno auge del hair metal y del hard rock melodico, orientado hacia las Fm´s americanas y la MTV. Es curioso, porque lo descubrí 12 años despúes de su salida, en unos dias, en que este tipo de rock, solo seguia vivo gracias a la gente que nunca, dejó -dejamos- de creer en el.
Un disco pensado para triunfar. Grandes temas, con acertadas dosis de comercialidad, y un sonido entre el a.o.r. mas rockero y el hard mas orientado al gran público, buenos estribillos, excelente sonido y acompañando a Donnie Miller, guitarrista y vocalista, gente de sobra contrastada. Norman Dahlor de Shooting Star al bajo, Tim Kelly de los en aquellos dias en alza, Slaughter a la bateria, Lance Quinn, de Danger Danger a la guitarra, Lane Brock metiendo tambien guitarras, SMK Quinn y Kurt Carow a los teclados, Vince Kirk metiendo mas guitarras, Tommy Shaw de Styx, Damn Yankees... metiendo coros, junto a Cindy Lauper.
Que decir de este disco, pues que suena de escandalo, no busqueis riff enrevesados, ni actitudes peligrosas, aqui todo esta milimetrado, pero para nada convertido en un empalagoso merengue. El disco se abre con el tema titulo, "One of the boys", mostrando la faceta mas rockera de Donnie, con buenas guitarras y mejores melodias, made in 80. Pero mas ochentero aun, son los teclados de "Normal guy", canción que me recuerda, a aquellos temas, que siempre se incluian en las bandas sonoras de las peliculas de la época. Donnie es guitarrista, y por eso, su instrumento no cede mas espacio del necesario a los teclados, algo de agradecer.
"I can´t stop flying" se mece en terrenos mas a.o.r., con sus grandilocuentes coros. "Me and you" me recuerda enormemente a Bad English, mucho teclado y clase a raudales. "The devil wear lingerie", refleja muy bien como se puede compenetrar unos teclados predominantes y un buen riff de guitarra, para dar paso a otro tema de estirpe clasica melódica. Mas energico suena "The man said no", con fuerza, un hard rock directo a la cara. Al igual que la anterior, "Blind man stuffs", tiene unas guitarras matadoras, pero de nuevo los teclados toman muchisima importancia, pero sin restar un apice de fuerza al tema.
Después del poder de los dos temas anteriores, nuevo vistazo a la faceta mas melódica de Miller con "No time for running". "You can´t stop emotion", tira mas hacia el hard que hacian gente como Slaughter, pero sin ese algo que diferenciaba a la banda de Mark, por poner un ejemplo. Cierra el album "Wellcome home", impregnado del sonido hard de la epoca, un tema muy compacto que además es el que mas me gusta de este "One of the boys", con sus aires Dokken.
Es curioso, pero este disco, a pesar de gozar y pecar de todas las virtudes y cliches de la epoca, no posee ese hit single ni la power ballad de rigor, que todo grupo metia en sus grabaciones, pero aun asi, no deja de ser un muy buen disco. Que Donnie Miller no es ninguna joya escondida, de acuerdo, que si excavais un poco, aparecen cien bandas mejores, pues puede ser, pero si decidís dar una oportunidad a este disco, os vais a encontrar con una muy buena grabación, con buenas canciones, y un disco de esos que gusta escuchar si disfrutais del frente mas melodico del hard rock ochentero.
Comentarios
Aunque para ser sinceros, salvo algunos discos de importacion en Discoplay y mercadillos de segunda mano, todas mis compras han sido en esas tiendas, autenticos santuarios.
Saludos compadre!
Un saludo
Esto no tiene precio. Te debo una.
Por lo demás que puedo decir, que comparto contigo el gusto porel rock y eso de comprar discos todavía ( en los tiempos que corren).
Y q no soporto que gente al frente de una tienda de discos ( como me pasó el otro día en una gran cadena nacional con parte del nombre con alusion britanica) que le preguntase por los primeros discos de Ryan Adams ( y ya me encargué antes de vocalizar bien para que no hubiese malentendidos ) y que acabase enviando a la estanteria del canadiense que comparte apellido.
Bueno pues, eso me ha encantado leer este tipo de articulos, y una curiosidad: ¿de donde es esa foto de la tienda que has puesto en el articulo?
Cada vez que tengo tiempo y voy a una ciudad hago una visita obligada a los genuinos lugares de musica de la ciudad: las tiendas de musica.
Son los mejores museos de historia del mundo.
Nada mas, agradecido.