HOWLIN RAIN-THE RUSSIAN WILDS
El otro dia, entrevistando a Paul Raymond (U.F.O.), entrevista que podeis leer en Rock in Spain, le preguntaba si pensaba que el hard rock estaba conociendo un nuevo resurgir. Paul me decia que no, que lo que estamos viviendo es de nuevo, un mercado para el rock clásico, algo que estan aprovechando bandas como ellos. Y aunque en lo primero no estoy de acuerdo, creo que el hard está viviendo un muy buen momento, pero que no se le puede comparar con la perspectiva de los 80, si que firmo con los ojos cerrados lo segundo, el gran interés por el classic rock.
Estamos viviendo unos años, en los que incluso bandas que en los 70 pasaron sin pena ni gloria, ahora se vuelven a reunir y son reivindicados por la gente, y que decir de aquellos que si tuvieron algo que contar en esta historia nuestra. Pero no solo un buen puñado de músicos con un montón de kilometros a sus espaldas, se presentan cara al publico rockero. También nuevas bandas, reivindican y recogen para si dicho sonido, y lo hacen formar parte de la forma de entender el sonido del siglo XXI.
Seguro que todos teneis muchos nombres en la cabeza, bandas que están volviendo a revitalizar una forma de entender el rock, que por otra parte, ha demostrado superar la barrera del tiempo, como si hubiesen caido en la fuente de la eterna juventud, porque ahí está la magia, que el tiempo pasa para las personas, pero los acordes son acariciados por la musa de la eternidad y la atemporalidad. Una de esas bandas, son Howlin Rain. Los de San Francisco, con su mezcla de rock añejo, psicodelia e inmensas melodias, ya dejaron constancia de su buen hacer con sus anteriores discos.
Ahora encaran 2012 con su quinto album, "The russian wilds", once temas y una inquietante portada, que nos lleva a un mundo repleto de melodias y a una carretera que reposta en el pasado, pero que lleva directa al futuro. Desde que escuché que Howlin Rain volvian a sacar disco, lo cierto es que me habia creado bastantes expectativas con lo que podia deparar este "The russian wilds".
Desde la inicial "Self made man" queda claro lo que nos traen de nuevo Howlin Rain, rock de la vieja escuela, de primera clase. Los siete minutos de "Phantom in the valley" rezuman belleza e intensidad, mientras te dibuja la historia que quieren transmitirte. El blues también forma parte de la dieta diaria de los de San Francisco, como dejan claro en "Can´t satisfy me now", con un Ethan Miller inmenso, capaz de transmitir todas las emociones inmersas en sus temas.
"Cherokee werewolf" deja relucir ese groove, ese regusto funk que la banda sabe impregnar en sus canciones, mas esos coros que me traen a la cabeza a los Eagles y su forma de construir melodias, en esta canción que compartirias junto a un hombre lobo cherokee y una hoguera. Howlin Rain alternan los temas mas directos con otros mas largos, que rondan los ocho minutos de duración, como es el caso de "Stange thunder", que delata fragilidad y feeling, a la vez que intensidad que va ganando in crescendo.
"Dark side" es mas teatral, con unos teclados fantasticos que lideran la canción desde el primer momento y que junto a las guitarras le dan ese buen rollo. Soft rock con influencias soul es lo que vamos a encontrar en "Beneath wild things", una canción que entra a la primera, y cuyo estribillo te alegra el resto del dia. Acusticas anuncian la llegada de "Collage", que bucea en oceanos mas psicodelicos e incluso sinfónicos, sobre todo en las voces, y será que es el comienzo del dia, pero me vienen Pink Floyd a la cabeza, sobre todo en la atmosfera de esta canción.
Con "Walking through storm" llegan aires mas rockeros, entroncados en los 70, y ese regustillo soul que tan bien sabian sacar a relucir las bandas de la epoca. "Still walking, still stone" cierra este disco, con un piano muy jazzy y guitarreo abundante que pelean en este jazz rock instrumental, que pone un brillante punto final a "The russian wilds". Este nuevo disco de Howlin Rain seguro que no va a defraudar a sus seguidores, a mi tampoco, aunque siempre echo en falta un ramalazo mas rockero. Para mi, "The russian wilds", es un disco de sabado o domingo por la mañana, para disfrutar con el mediodia, pero no como medicina para un sabado por la noche. Pero bueno, cuestión de gustos.
Comentarios
un abrazo
Me apunto tambien,