STUART SMITH HEAVEN AND EARTH
No se, siempre he pensado que la belleza de las cosas está en la posibilidad de ser admirada. Es como aquello de, que ruido hace un arbol cayendo en medio de un bosque solitario, ninguno si no hay nadie alrededor para escucharlo. Pues lo mismo. No hay peor final que desaparecer de la memoria colectiva, porque el olvido equivale al no nacido, por eso la escritura es el mejor invento que jamás realizó el hombre, porque con el deja constancia de las cosas, porque es lo único capaz de persistir al paso del tiempo, al arrebato del viento. Después vino la fotografia, el video, que como fantasma atrapado, no abandonara jamás este mundo. Pero la escritura fue aquella que nos ha dejado las ideas y pensamientos. Los sueños y miserias.
Muchas cosas se han quedado por el camino, hemos perdido obras de arte, a veces por la desgracia, otras por lo desgraciados y mezquinos que podemos llegar a ser la humanidad. Libros, cuadros.......... pasto de las llamas de la intolerancia, del fanatismo, de la ignorancia en una sola palabra, que jamás volveremos a contemplar, pero que afortunadamente podemos saber que existieron y fueron victimas. Internet, ahora que lo pienso también es un gran invento, porque dejará constancia no de grandes ideas o teorias que sean capaces de cambiar el rumbo del universo, pero si deja el rastro imborrable de todos aquellos pensamientos cotidianos, mas o menos brillantes, mas o menos acertados, pero a fin de cuentas tan individuales que finalizan siendo colectivos.
Y la red, también resucita la memoria de esos discos que merecieron mas de lo que fueron o tuvieron, pero la suerte, circunstancias o quien demonios sabe no se lo dieron. La segunda mitad de los 90 fue una epoca complicada para el hard rock, al menos de la forma que lo habiamos conocido. Por eso a muchos discos que brillaban con luz propia, se les abrió la puerta trasera para que salieran sin hacer ruido y mirandolos de reojo, como aquel tipo que te encuentras cada dia en el bar, y al que no quieres escuchar una vez mas contar su historia, sabedor en el fondo de cada palabra es una lección sobre la vida.
Uno de esos discos, fue el que lanzó el guitarrista britanico Stuart Smith en el 98, después de rodar de una banda en otra, y tocar con gente como Keith Emerson o Joe Lynn Turner, Stuart formó Heaven and Earth, y grabó su primer disco en solitario rodeado de un buen puñado de amigos, todos viejos conocidos del mundo del rock. Stuart es un guitarrista de la vieja escuela, y el hard rock clásico, deudor de Blackmore, junto a sonidos mas bluesys daban vida a este primer disco, una autentica joya.
Acompañado de Howard Leese (guitarras), Ian Hersey (guitarras), Marvin Sperling (bajo), Chuck Wright (bajo), Dave Chamberlain (bajo), Byod La'Fan (bajo), Steve Priest (bajo), Richie Onori (bateria), Jay Schellen (bateria), Carmine Appice (bateria), Joe Pa'Fume (bateria), Mike Terrana (bateria), Ray Rodriguez, Pat Regan y Teddy Andreas como teclistas, mas Arlan Schienbaum al hammond. Capitulo aparte es el elenco de vocalistas que participan en este disco.
Abre el disco "Don´t keep me waiting", con esas teclas a lo Purple, y unas guitarras geniales, para convertirse en un hard elegante, capitaneado por el trabajo de Stuart y sus solos a lo Blackmore y la gran voz de Kelly Hansen que aporta su personalidad al tema. Su viejo amigo Joe Lynn Turner pone voz a "Heaven and earth", una canción que respira la faceta mas melódica de Rainbow, algo que viene como anillo al dedo al vocalista., y que borda uno de los mejores temas de este disco. Giro de tuerca hacia las raices, mirando al blues como referente de un potente hard rock, en "See That My Grave Is Kept Clean", nada mas y nada menos que con Glenn Hughes a las voces, que sobresale lo pongas donde lo pongas y le eches lo que le eches.
He nombrado ya alguna que otra vez a Blackmore, y no podia faltar una versión del malhumorado guitarrista. Otro guitarrista se encarga de las voces, Richie Sambora, que le pone un feeling bestial a "When a blind man cries". Vuelve JL Turner a las voces (5 temas canta en este disco), para encarar la melodica "Memories" , con un gran estribillo. Puro Blackmore es la instrumental "Dream of desire". Muy buenas guitarras las de "Trouble in Paradise", con un teclado a los viejos Whitesnake, mas un Kelly Hansen demostrando que no está en Foreigner por su cara bonita. Grandisimo tema, muy rockero y festivo. "Shadow of the Tyburn Tree", de nuevo con J.L., a las voces en un medio tiempo con aires medievales, en el que un Turner relajado te va atrapando.
"It´s got to be love", mas cañera, con Turner esta vez forzando y una base detrás que suena fenomenal, ademas del teclado imitando un saxo que le da mucho colorido al tema, junto al gran riff de Stuart, que entre tanta estrella podria pasar desapercibido, pero de ningun modo, su trabajo a las seis cuerdas es genial, alternando buenos riffs con muy buenos solos. "When the blues catch up with you", con Al Mirikitani marcandose un fenomenal blues. Y es que las influencias de Stuart estan claras, el hard rock y el blues, son los dos lagos donde se baña mas a menudo. Kelly Hansen se vuelve a colocar ante el micro en "Do you ever think of me?", bailando con el A.O.R. mas rockero, un tema en el que curiosamente se podria citar a Foreigner como influencia.
Nueva instrumental, "Road to Melniboné", elegante y con estilo, mostrando la faceta mas técnica de Stuart. Vuelve a rugir la guitarra, aullando hard rock en "Howlin´at the moon", con la voz rasgada de Paul Shortino, dandole ese aire setentero que destila la canción. Otra nueva instrumental -3 en total-, "Telstar 2000", y posiblemente el tema que menos me gusta de este disco. La cañera "Lose my number" cuenta con la colaboración de nuevo de Kelly Hansen, y unos teclados que podria firmar Jon Lord, para un tema rápido a lo Rainbow.
Posteriormente a este disco se le añadieron un par de bonus, que ademas enriquecen aun mas este "Heaven and earth", el primero un cañonazo de hard clásico llamado "Life on the line", con Bobby Kimball en las voces, y para terminar una versión de Gary Moore, y de aquella canción que convirtió en clásico cuando decidió tomar el camino del blues, "Still got the blues", cantado por un Turner que lo hace de una manera increible, con mucho feeling a pesar de no ser su estilo natural. En definitiva un gran disco, que seguro que anda por muchos cajones y que es un buen momento para recordar, y poner un granito de arena para que no caiga en el olvido. Y es que Stuart Smith se sacó de la manga un precioso artefacto de hard rock.
"Life on the line" suena mucho mas poderosa, un hard clásico, con una continua batalla guitarras/teclados.
Comentarios
Muchas cosas se han quedado por el camino, hemos perdido obras de arte, a veces por la desgracia, otras por lo desgraciados y mezquinos que podemos llegar a ser la humanidad. Libros, cuadros.......... pasto de las llamas de la intolerancia, del fanatismo, de la ignorancia en una sola palabra, que jamás volveremos a contemplar, pero que afortunadamente podemos saber que existieron y fueron victimas. Internet, ahora que lo pienso también es un gran invento, porque dejará constancia no de grandes ideas o teorias que sean capaces de cambiar el rumbo del universo, pero si deja el rastro imborrable de todos aquellos pensamientos cotidianos, mas o menos brillantes, mas o menos acertados, pero a fin de cuentas tan individuales que finalizan siendo colectivos." Aplaudiendo me tienes, colega, sobre el disco... ¿qué decir que no hayas dicho tú ya?
Ya me apetece escucharlo y tenerlo en mis manos. Eres un crack con la teclas!